D. Jesús Mateo es un
Sacerdote amigo de Valladolid, que me manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale
la pena meditarlo y también compartirlo,
además de con los sacerdotes también con
los seglares que lo soliciten. Lo pongo también todos los días en dos de
mis Blogs católicos. Franja
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31 de Agosto, lunes de
2020.
Comentario del Evangelio:
"TODOS EN LA SINAGOGA TENÍAN FIJOS EN ÉL LOS OJOS".(Lc 4, 16-30)
Y me parece lógico y
natural. Jesús es la primera vez que va a predicar en la sinagoga de su pueblo,
Nazaret.
Había una gran
expectación entre sus vecinos, con los que había convivido tantos años.
"Todos en la
sinagoga tenían los ojos fijos en Él".
Clavan los ojos en Él para
no perderse nada de lo que salga de su boca.
¿Por qué, tú y yo, no
caemos en la cuenta de que Jesús nos quiere hablar? ¿De que tiene cosas que
decirnos en la oración, en los ratos de silencio, en el trabajo, en la familia,
en la enfermedad, en la noche cuando nos acostamos?
¡CLAVAR LOS OJOS EN ÉL!
Señor, "¿qué quieres decirme"?
Jesús nos quiere hablar; quiere decirnos muchas cosas.
¿Te acuerdas de Samuel?
Nos dice la Sagrada
Escritura que siendo niño estaba al servicio del Sacerdote Elí.
Una noche, dormido,
escuchó una voz que le decía: Samuel, Samuel...
Pensando que era el
Sacerdote se levantó y le preguntó qué deseaba..
y así por tres veces, hasta que el sacerdote le dijo: si vuelves a oir esa voz dile: "Habla, Señor, que tu siervo escucha"
Y así ocurrió. Dios le llamó, le dio su mensaje y le escogió para ser su profeta.
También a ti y a mí nos
llama por nuestro nombre.
¿Qué nos pide? Tú y yo, bien, lo sabemos..
(Te invito a que tomes nota en tu agenda). Pero, mira lo que dice el Salmista:
"Ojalá escuchéis su voz: No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras" (Salmo 94).
(Escuchemos la voz del
Señor. No endurezcamos el corazón).
En el Evangelio de hoy
vemos que al echarles en cara su falta de fe, cogieron a Jesús y lo llevaron a
un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención
de despeñarlo.
Sus paisanos se pusieron
furiosos ante las verdades que les expuso.
¿Hay verdades que tú y yo no aceptamos y nos ponen en contra del Señor? (Vamos a examinarnos).
No me extraña de que
algunas verdades pongan furiosos a muchos y quieran meter al Señor y su
doctrina en las sacristías.
Fue impresionante el silencio del Señor; y Jesús continúa en silencio, callado. Hablará el día del Juicio.
(No esperemos a
escucharle en ese momento; será ya tarde)
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague este esfuerzo diario y que Santa María la Virgen
no nos abandone nunca. Que el Señor nos
bendiga y nos guarde. Un abrazo.
Franja.
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Confeccionado por Franja.
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