Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Entrada nueva en Misioneros Digitales Católicos MDC
¡¡¡ Halloween !!!
¿Está bien celebrar esto?
por Editor mdc
Halloween significa "All hallow's eve", palabra que
proviene del inglés antiguo, y que significa "víspera de todos los
santos", ya que se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la
Fiesta de Todos los Santos.
Sin embargo, la antigua costumbre anglosajona le ha robado su
estricto sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de
las brujas y los fantasmas. Halloween marca un retorno al antiguo paganismo,
tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.
Orígenes de la celebración del 31 de octubre
Es impresionante el poder de la publicidad en nuestro medio que
nos lleva a comprar, a pensar y a vivir de una manera en la que ni siquiera
hemos reflexionado. Cuando nos damos cuenta estamos atrapados por el
consumismo, el cual no respeta edad, nacionalidad o creencia religiosa. Se vale
de cualquier elemento para atraer nuestra atención con el fin de vender. El
problema es que muchas veces, los que salimos más perjudicados con esto somos
los cristianos.
Entre los ejemplos que podríamos mencionar están la Navidad y la
fiesta de Todos los Santos. En la primera nos damos cuenta, con bastante
tristeza, que el día de Navidad, estamos llenos de regalos, sin un centavo en
la bolsa y lo peor, es que nuestra actividad “compradora” ha dejado de lado la
preparación espiritual para la fiesta del “nacimiento de Cristo”. Se ha
cambiado su figura por un Santa Claus y la cena de Navidad consiste en el
intercambio de regalos y una exquisita cena (si ésta es posible dado que ya se
gastó uno todo el aguinaldo y las tarjetas de crédito están hasta el tope). De
manera que nuestra fiesta cristiana, poco a poco se ha ido transformando en una
fiesta comercial, en la que muchas veces el único ausente es precisamente el
festejado: Cristo.
Caso semejante sucede con la celebración de “Todos los Santos”
en donde vemos que al aproximarse el 31 de Octubre las tiendas se ven llenas
de: máscaras, trajes de monstruos, atuendos de brujas, calabazas con
expresiones terroríficas, etc., en fin, de artículos que poco tendrían que ver
con nuestra fe y con la fiesta que se celebrará.
Dado que nos acercamos a esta fecha, quisiera compartir contigo
algunos elementos de reflexión que nos lleven a valorar nuestra fe y a no
dejarnos influenciar por el mercantilismo que puede incluso cambiar o destruir
nuestra fe y nuestras costumbres.
Un poco de historia sobre el Halloween
Podemos considerar que celebración del Halloween tiene dos
orígenes que en el transcurso de la historia se fueron mezclando.
a. Origen Pagano
Por un lado encontramos que el origen pagano podríamos
atribuirlo a la celebración Celta, llamada “Samhain” y que tenía como objetivo
dar culto a los muertos. La invasión de los Romanos (46 A.C) a las Islas
Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta, la cual con el
tiempo terminó por desaparecer. Su religión llamada Druidismo, con la
evangelización terminó por desaparecer en la mayoría de las comunidades Celtas
a finales del siglo II.
Sobre la religión de los Druidas, no sabemos mucho pues no
escribieron sobre ella, todo se pasaba de generación en generación. Sabemos,
que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el
7 de Noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno)
con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta
de “los muertos” y con ello se iniciaba el año nuevo Celta. Esta fiesta de los
muertos era una de sus festividades principales pues celebraban lo que para
nosotros sería el “cielo y la tierra” (conceptos que llegaron sólo con el
cristianismo). Para ellos el lugar de los muertos era un lugar de felicidad
perfecta en la que no había hambre ni dolor. Los celtas celebraban esta fiesta
con ritos en los que, los sacerdotes druidas, sirviendo como “médium”, se
comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la
inmortal. Se dice que los “espíritus” de los muertos venían en esa fecha a
visitar sus antiguos hogares.
b. Origen Cristiano
300px-All-SaintsDesde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba
un día a festejar a “Todos los Mártires”. Tres siglos más tarde el Papa
Bonifacio IV (+615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses
(panteón) en un templo cristiano dedicándolo a “Todos los Santos”, a todos
aquellos que nos habían precedido en la fe. La fiesta en honor de Todos los
Santos, inicialmente se celebraba el 13 de Mayo, pero fue el Papa Gregorio III
(+741) quien la cambió de fecha al 1º de Noviembre, que era el día de la
“Dedicación” de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en
Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la Fiesta de
“Todos los Santos” se celebrara universalmente. Como fiesta mayor, ésta también
tuvo su celebración vespertina en la “vigilia” para preparar la fiesta (31 de
Octubre). Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los
Santos, dentro de la cultura anglosajona se tradujo al inglés como: “All
Hallow´s Even” (Vigilia de Todos los Santos). Con el paso del tiempo su
pronunciación fue cambiando primero a “All Hallowed Eve”, posteriormente cambio
a “All Hallow Een” para terminar en la palabra que hoy conocemos “Halloween”.
Por otro lado ya desde el año 998, San Odilo, abad del monasterio
de Cluny, en el sur de Francia, había añadido la celebración del 2 de
Noviembre, como una fiesta para orar por las almas de los fieles que habían
fallecido, por lo que fue llamada fiesta de los “Fieles Difuntos” la cual se
difundió en Francia y luego en toda Europa.
Halloween en nuestros días
Five Halloween Children Holding CandiesSi analizamos la actual
celebración del Halloween veremos que poco tiene que ver con sus orígenes. De
ellos sólo ha quedado el hecho de la celebración de los muertos pero dándole un
carácter TOTALMENTE distinto al que tuvo en sus orígenes y agregándole poco a
poco una serie de elementos que han distorsionado totalmente la fiesta, sea “de
los muertos (difuntos)” como de “todos los santos”.
Entre los elementos que se le han agregado, tenemos por ejemplo,
la tradición de “disfrazarse”, misma que muy posiblemente nació en Francia
entre los siglos XIV y XV para la celebración de la Fiesta de “Todos los
Santos”. Durante esta época Europa fue flagelada por la plaga bubónica o “peste
bubónica” (también conocida como “la muerte negra”) en la cual murió alrededor
de la mitad de la población. Esto creó en los católicos un gran temor a la
muerte y una gran preocupación por esta. Se multiplicaron las “misas” en la
fiesta de los “Fieles Difuntos” (2 de Noviembre) y nacieron muchas
representaciones artísticas que le recordaban a la gente su propia mortalidad.
Estas representaciones eran conocidas como la “Danza de la
Muerte”. Dado el espíritu “burlesco” de los franceses, en la víspera de la
fiesta de los “Fieles Difuntos”, se adornaban las paredes de los cementerios
con imágenes en las cuales se veía al diablo guiando una cadena de gente:
Papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc. (la muerte
no respeta a nadie), y los conducía hacia la tumba. Estas representaciones eran
hechas también basándose en cuadros plásticos, con gente disfrazada de
personalidades famosas y en las distintas etapas de la vida, incluida la muerte
a la que todos debían de llegar.
Al parecer la tradición “dulce o travesura” (Trick or Treat),
tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra
(1500-1700) contra los católicos. En este período en Inglaterra los católicos
no tenían derechos legales: no podían ejercer ningún puesto público y los
perseguían con multas, impuestos elevados y hasta cárcel. El celebrar misa era
una ofensa capital y cientos de sacerdotes fueron martirizados.
Un incidente, producto de esta persecución y de la defensa del
catolicismo fue el intento de hacer volar al rey protestante Jaime I y su
Parlamento con “pólvora de cañón”, marcando así el inicio de un levantamiento
católico contra sus opresores. Sin embargo el “Plan pólvora de cañón”
(“Gunpowder Plot”) fue descubierto en Noviembre 5, 1605, cuando el que cuidaba
la pólvora, un convertido descuidado, llamado Guy Fawkes, fue capturado y
ahorcado. Esto generó una fiesta que muy pronto se convirtió en una gran
celebración en Inglaterra (incluso hasta nuestros días). Muchas bandas de
protestantes, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha visitando a los
católicos de la localidad y exigiéndoles cerveza y pasteles para su
celebración, diciéndoles: “Trick or Treat”. Más tarde el “Día de Guy Fawkes”
llegó a las colonias con los primeros colonos que llegaron a América
trasladándose al 31 de octubre para unirla con la fiesta del Halloween.
Podemos entonces darnos cuenta que la actual fiesta del
“Halloween” es producto de la mezcla de muchas tradiciones que los inmigrantes
trajeron a los Estados Unidos desde los inicios del 1800, tradiciones que ya
han quedado olvidadas en Europa pues sólo tienen sentido en la integración que
la cultura americana le ha dado en esta celebración.
Nuevos elementos de Halloween
Muy posiblemente, producto de su identificación con la fiesta de
los Druidas, en la cual se “invocaba” a los muertos y los mismos sacerdotes
servían de médium, esta celebración del 31 de Octubre, se ha ido identificando
con diversos grupos “neo paganos” y peor aun, con celebraciones satánicas y
ocultistas.
El festival a “Samhain” llamado hoy en día el “festival de la
muerte” es reconocido por todos los satanistas, ocultistas y adoradores del
diablo como víspera del año nuevo para la brujería. Anton LaVey, autor de la
“La Biblia Satánica” y sumo sacerdote de la Iglesia de Satanás, dice que hay
tres días importantes para los satanistas: (1) Su cumpleaños; (2) El 30 de
Abril y (3) el más importante, Halloween. LaVey dice que es en esta noche que
los poderes satánicos, ocultos y de brujería están en su nivel de potencia más
alto. Y que cualquier brujo u oculista que ha tenido dificultad con un hechizo
o maldición normalmente puede tener éxito el 31 de Octubre, porque Satanás y
sus poderes están en su punto más fuerte esta noche.
Por otro lado el 31 de Octubre, de acuerdo a la enciclopedia
“World Book”, Halloween es la víspera del año nuevo para la brujería y dice que
es el principio de todo lo que es “frío, oscuro y muerto”.
Hollywood ha contribuido también a la distorsión de esta fiesta
creando una serie de películas como “Halloween” en las cuales la violencia
gráfica, los asesinatos, etc., crean en el espectador en estado de angustia y
ansiedad. No podemos decir que estas películas son solo para adultos, pues es
una realidad que dada nuestra cultura y el relajamiento en la censura pueden
ser vistas, muchas de estas, incluso en la televisión comercial creando en los
niños miedo y sobre todo una idea errónea de la realidad.
Esta fiesta se ha ligado de tal manera al ocultismo que es un
hecho comprobado que la noche del 31 de Octubre en muchos países se realizan
misas negras, cultos espiritistas, y otras reuniones relacionadas con el mal y
el ocultismo.
Podemos darnos cuenta, entonces que queriendo o no, estos
elementos se han mezclado también en la celebración actual del Halloween y como
producto de su influencia, se han agregado a los disfraces, las tarjetas y
todos los elementos comerciales: las brujas, los gatos negros, los vampiros,
los fantasmas y toda clase de monstruos terroríficos, muchos de ellos con
expresiones verdaderamente satánicas.
Los católicos y Halloween
angelsiluAnte todos estos elementos que componen hoy el
Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas:
¿Es que, con tal que se diviertan, podemos aceptar que los niños
al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un
daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)? Respecto de la
conducta de los demás se puede leer el criterio de Nuestro Señor Jesucristo en
Lc 6,31 (”Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes.” ).
¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que para
“divertirse” ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos,
vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el
ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos
disfraces con personajes contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores
del Evangelio.? Veamos qué dice Nuestro Señor Jesucristo del mal y lo malo en
Mt. 7,17 (“Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos, mientras que el
árbol malo produce frutos malos.”), y Mt. 6,13 (“y no nos dejes caer en la
tentación, sino líbranos del Maligno.”). La Palabra de Dios nos habla de esto
también en 1ª Pe. 3, 8-12 (“Finalmente, tengan todos un mismo sentir, compartan
las preocupaciones de los demás con amor fraterno, sean compasivos y humildes.
No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien bendigan, pues para
esto han sido llamados; y de este modo recibirán la bendición. El que de veras
quiera gozar la vida y vivir días felices, guarde su lengua del mal y que de su
boca no salgan palabras engañosas. Aléjese del mal y haga el bien, busque la paz
y corra tras ella. Porque el Señor tiene los ojos puestos sobre los justos y
los oídos atentos a sus peticiones; más el Señor se opone a los que hacen el
mal.”).
¿Cómo podemos justificar como padres de una familia cristiana
que nuestros hijos, el día de Halloween hagan daño a las propiedades ajenas?
¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación que hemos venido
proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o
maldades no son buenas? ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al
año se puede hacer el mal al prójimo? ¡Qué nos enseña Nuestro Señor Jesucristo
sobre el prójimo? Leamos Mt. 22, 37-40
(“Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda
tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay
otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley y los
Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos.»”).
Con los disfraces y la identificación que existe con los
personajes del cine … ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños
que el mal y el demonio son solo fantasías,
un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo
tanto no nos afectan? La Palabra de Dios afirma la existencia del diablo, del
enemigo de Dios en St. 4,7 (“Sométanse,
pues, a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes”), 1ª Pe 5, 8 (“Sean
sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león
rugiente buscando a quién”), Ef. 6,11 (“Lleven con ustedes todas las armas de
Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.”), Lc. 4,2 (“donde fue
tentado por el demonio durante cuarenta días. En todo ese tiempo no comió nada,
y al final sintió hambre.”).
Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a
los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el
Halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles
Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los
principios elementales de nuestra fe.
Comentario del Padre José Antonio Fortea sobre el Halloween,
recopilado en este video elaborado por TekTon
Fuentes: catholic.net / aciprensa.com / bibliacatolica.com
Recopilado por Franja el 1-11-2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario