Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Hay
noticias que no se pueden ocultar y por todos los medios posibles a nuestro
alcanze conviene resaltar, para que cuanta más gente se entere, deduzcamos a
dónde nos pueden llevar las leyes totalitarias en defensa de una libertad mal
entendida y en la que no se reconocen los derechos de los padres en el cuidado
de los hijos.
En
este caso, contra el parecer de médicos de muchos países que no están de
acuerdo con el sistema vigente, muy contrario a los que debe ser... más humano
y más de acuerdo con la voluntad de los
padres del enfermo.
En
este caso un niño indefenso, al que se le ha quitado el derecho de la vida por
un mal principio “best interest” (mejor interés) del niño, mal interpretado,
sectario y sesgado. Franja
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Llevan
meses preparándose con abogados, médicos, políticos: ahora es el momento
Una
«Ley Alfie»: los padres de Charlie Gard se lanzan a la batalla para vencer al
rodillo del Estado
Una
«Ley Alfie»: los padres de Charlie Gard se lanzan a la batalla para vencer al
rodillo del Estado
Primero
fue Charlie y su familia (izquierda); y ahora ha sido Alfie: el objetivo es que
no vuelva a repetirse
Javier
Lozano / ReL28 abril 2018
Casos
como el de Alfie Evans seguirán sucediéndose en Reino Unido mientras haya una
legislación que permita al Estado tomar como “rehenes” a los niños enfermos y a
sus familias, decidiendo sobre su vida o su muerte, y eliminando de facto la
patria potestad.
Quienes
afirman esto son Chris Gard y Connie Yates. Saben muy bien de lo que hablan.
Son los padres del pequeño Charlie Gard, otro bebé víctima este rodillo del
Estado, que murió en julio de 2017 con tan sólo 11 meses.
Charlie
y Alfie, unidos por el peligroso "best interest"
Su
caso también despertó un gran revuelo internacional, pues al igual que con
Alfie, los padres se encontraron con un muro infranqueable tanto con el
hospital como con la Justicia. Se le negó el traslado a Estados Unidos para el
tratamiento que les ofrecía un hospital. De nuevo, se utilizó el término “best
interest” (mejor interés) del niño. Como ha ocurrido estos días, este interés
pasaba inevitablemente por dejar que el niño muriera.
Los
padres de Charlie (en la imagen), como ahora los de Alfie, sufrieron un
interminable periplo judicial
Este
caso abrió los ojos de muchas personas sobre un sistema que pasa por encima de
los padres y de los niños, y ahora Alfie ha mostrado al mundo que se debe hacer
algo para cambiar esta situación.
"Imposible
entender el dolor que atraviesan Tom y Kate"
Tras
un periodo de duelo y de anonimato tras vivir una experiencia durísima, los
padres de Charlie han vuelto a la primera línea de batalla. “Con nuestros
corazones encogidos hemos visto el desarrollo del caso de Alfie”, han escrito
en la plataforma de Facebook que se creó para ayudarles en su lucha. “Para
aquellos que no han estado en una situación como esta, es imposible entender el
dolor que están atravesando Tom y Kate”, agregan.
Al
igual que con Alfie, a los padres de Charlie también les pusieron grandes
trabas para que pudiera morir en casa rodeado de su familia. Y finalmente, al
igual que ha ocurrido ahora, falleció en el hospital.
Muchos
más casos como estos
Con
la perspectiva que les han dado estos meses, Chris Gard y Connie Yates aseguran
que se han dado cuenta que mientras luchaban por la vida de su hijo, casos como
el suyo se seguirían sucediendo. Algunos serán conocidos como el suyo o el de
Alfie, pero otros muchos quedarán anónimos.
Y
seguirá siendo así mientras no se cambie la ley. “Trágicamente, esto ha
demostrado ser cierto”, aseguran.
La
clave es aprovechar este momento en el que millones de personas claman contra
la injusticia de un sistema que se comporta como un rodillo. Es hora cambiar la
situación.
Una
"Ley Alfie" o "Ley Charlie"
El
objetivo pasa por conseguir una “ley Charlie” o “ley Alfie”. La lucha
individual de cada familia es fundamental, pero lo es más una legislación en la
que médicos y jueces no puedan actuar de manera arbitraria y sin querer
escuchar más argumentos que los suyos.
Los
padres de Charlie quieren centrar este debate en el “best interest”, quién
decide cuál es el “mejor interés” del niño, así como las formas de resolver
estos casos antes de ir a la Justicia.
"Una
vez que los casos son públicos, es difícil que las personas sean plenamente
conscientes de las complejidades y esto a menudo lleva a juicios mal informados
en ambos lados y crea conflictos innecesarios", escribieron.
Meses
trabajando con políticos, médicos, abogados para una nueva ley
Para
poder sacar adelante un cambio de legislación, los Gard han revelado que llevan
meses trabajando con consultores pediátricos, especialistas en ética médica,
abogados, políticos británicos y otros padres que han pasado por una situación
parecida.
El
pequeño Alfie logró sobrevivir casi una semana desde que fue desentubado por el
hospital
Ahora
toca aprovechar también el empuje de millones de personas indignadas y la
posibilidad de que los políticos británicos puedan convencerse de que es
necesario este cambio de ley para que la imagen de Reino Unido no quede tan
dañada como ha ocurrido durante estas semanas.
“El
mejor interés” o la eutanasia encubierta
El
trasfondo del caso Charlie o Alfie es si son víctimas de un sistema que hace
todo lo que puede por los bebés o no. Teóricamente, el Reino Unido se proclama
contrario a la eutanasia, pero los dos casos citados anteriormente, ¿son dos
casos esporádicos, o son la punta del iceberg, preexistente pero que está
emergiendo, de una realidad mucho más amplia, que hasta ahora ha actuado sin
ser molestada y bajo otro nombre, el denominado best interest [mejor interés]?
La
doctora Roberta Spola analiza este aspecto central de estos casos. El principio
del mejor interés es fundamental en la práctica médica y en el derecho inglés.
"En toda situación que concierne al niño, su mejor interés debe ser tomado
fundamentalmente en consideración" (The Nuffield Council on Bioethics).
Pacífico, razonable. Estamos todos de acuerdo en que quien toma decisiones
sobre un recién nacido lo tiene que hacer en su mejor interés. Pero la pregunta
es: ¿cuál es el mejor interés y quién lo establece?
Tom
Evans, padre de Alfie, con sus apenas 21 años se ha convertido en un ejemplo de
resistencia ante la tiranía del Estado
El
riesgo grande y real -lo demuestran los hechos-, es que el interés se individue
en términos de calidad de vida, una
categoría controvertida y subjetiva, dependiente de modelos
antropológicos de referencia, lo que hacer perder de vista la única categoría
objetiva vinculada a la existencia de un ser humano: su dignidad intrínseca.
Un
enfoque de este tipo implica que el recién nacido, el lactante o, antes que
ellos, el feto, quedarían al arbitrio de quien decidirá en tal o cual sentido,
dependiendo: de si se considera prioritario el gasto de la sociedad, para uno;
o el peso que supone para la familia este otro; o si el de más allá no
corresponde a los estándares de normalidad.
Si
se continúa leyendo lo que establece The Nuffield Council on Bioethics, esto es
lo que dice respecto a las decisiones: "Progenitores, médicos y otros
sujetos implicados en el proceso de toma de decisiones pueden tener ideas
distintas sobre lo que es el mejor interés del niño". Es decir, además de
la subjetividad, hay el riesgo de contraste de pareceres entre las partes
implicadas. En estos casos, en Inglaterra, como en otros países europeos, los
deseos de los progenitores son sometidos a la decisión de los tribunales(Medical
and Legal Establishments). Una victoria para Charlie, o para Alfie,
significaría un peligroso precedente para estas poderosas instituciones, que se
quedarían sin la primera y última palabra.
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