DICE EL BAUTISTA:"YO SOY LA VOZ QUE GRITA EN EL DESIERTO: ALLANAD EL CAMINO DEL SEÑOR...EN MEDIO DE VOSOTROS HAY UNO, QUE NO CONOCÉIS, Y AL QUE YO NO SOY DIGNO DE DESATAR LA CORREA DE LA SANDALIA". (Jn 1,6-8.19-28)

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Jesús  Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el  Comentario del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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17 de diciembre, domingo 2023

DICE EL BAUTISTA:"YO SOY LA VOZ QUE GRITA EN EL DESIERTO: ALLANAD EL CAMINO DEL SEÑOR...EN MEDIO DE VOSOTROS HAY UNO, QUE NO CONOCÉIS, Y AL QUE YO NO SOY DIGNO DE DESATAR LA CORREA DE LA SANDALIA". (Jn 1,6-8.19-28)

¡Qué bien predica el Bautista! Me gusta su estilo de predicador y cómo se gana la atención del público. El pueblo que lo escucha está intrigado por saber quién es él ya que su fama se va extendiendo por todas partes. Le llegan a preguntar si es Elías o el mismo Mesías.

 

El les contesta: * Yo soy la voz que grita en el desierto. * Allanad el camino del Señor. * En medio de vosotros hay uno que no conocéis al que yo no soy digno de desatar la correa de la sandalia.

¿No te llama la atención la humildad de San Juan Bautista? Él sólo se considera la voz de su amo;  el que prepara el camino al Señor;  no se considera digno de desatar la correa del Mesías ¡Cuánto tenemos que aprender del Bautista! Imitemos su humildad. Me maravilla San Juan, el Precursor. Nos da una gran lección. Así hemos de preparar tú y yo  el nacimiento de Jesús, con humildad, con sencillez, en pobreza. Y el Bautista nos anuncia: "En medio de vosotros hay uno que no conocéis, al que yo no soy digno de desatar la correa de la sandalia". Vamos a darle gracias a San Juan de que nos anuncie que El Señor está cerca,  con nosotros y entre nosotros,  y de que nos eche en cara que no nos enteramos.

Señor, necesitamos luces nuevas para verte en nuestra vida de cada día; para verte en la salud y en la enfermedad; para verte en el pobre, en el enfermo, en el vecino, en la familia, en el trabajo, en la calle, en la pobreza...Nos impide ver a Jesús nuestra soberbia, nuestra vida de pecado.

Preparemos el camino del Señor imitando la humildad de la Virgen y de San José 

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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