LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO. (Lc 2, 22-35)

Jesús  Mateo, sacerdote de Valladolid me  envía el  Comentario del Evangelio de cada día,  y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de oración.

P. Javier Olivares.

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29 de diciembre, viernes 2023

LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO. (Lc 2, 22-35)

La Virgen y San José presentan al Niño Jesús en el Templo de Jerusalén de acuerdo con lo escrito en la Ley del Señor. Cuando entraban en el Templo, un anciano, Simeón, un hombre justo y piadoso, a quien el Espíritu Santo le había revelado que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor, "tomó al niño en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel". ¿No te llama la atención que Simeón tomase al Niño en sus brazos? A mí me parece un lanzado. Quiero parecerme a él.

¿Qué vería este hombre para pedir a la Virgen que le dejase coger al niño? Me llena de alegría el ver que la Virgen le dejó al Niño en sus brazos. Y esto me anima a pedirles a la Virgen y a San José que me dejen al Niño, como al anciano Simeón, para tenerlo yo en mis brazos. Y les doy las gracias porque me dejan coger y besar al Niño Jesús.

¿Qué pensarían San José y la Virgen al escuchar estas alabanzas de su Hijo,  de un anciano a quien no conocían de nada? Se quedaron admirados dando gracias a Dios. A continuación el anciano Simeón los bendijo a los padres, a María y a José

Me encanta esta escena: Simeón bendice a San José, y a María, la Inmaculada, la llena de gracia, la  Madre de Dios; y ambos reciben  con alegría su bendición. Qué humildes son María y José. El anciano Simeón anuncia a María que su Hijo será como un signo de contradicción y a ella una espada le traspasará el alma. La Virgen jamás olvidó esas palabras. Desde ese momento " una espada le traspasó el alma" durante toda su vida" Consolemos a la Virgen.

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.

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