D.
Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid me envía el del Evangelio de
cada día, y yo con gran placer lo edito en mis blogs católicos de
difusión. Sé que hay muchas entradas porque muchos lo reciben y comparten para
ayudarse en su tiempo de oración.
P.
Javier Olivares.
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13
de agosto, 2023
Domingo,
XIX del Tiempo Ordinario
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Nos
puede venir muy bien la lectura y meditación del Evangelio de hoy y de él
podemos sacar varias enseñanzas. La primera de todas es que Jesús subió al
monte a solas para orar. Qué gran ejemplo para ti y para mí. Jesús se retira a
orar. Tú
y yo ¿hacemos todos los días un rato de oración? Sé que muchos lleváis a la
oración este comentario. Pero no os confirméis con leerlo, llevadlo a la
oración y meditadlo diez o quince minutos, a solas, en silencio. Agradará mucho
al Señor y te vendrá muy bien.
Nos dice el Evangelio que en plena noche, Jesús se acercó a la barca de los Apóstoles andando sobre las aguas del mar, y éstos se asustaron pensando que era un fantasma. Jesús les dijo: "Ánimo, no temáis, soy yo" Eso mismo nos dice a ti y a mí: No temáis, soy yo". Es cierto. Estando Jesús con nosotros no podemos tener miedo. Él nos ayuda y nos protege de todos los peligros y tentaciones. Con Él estamos seguros.
De
San Pedro hemos de aprender la lección. Al principio creyó y confió en el Señor
y fue andando sobre las olas del mar. Empezó a dudar y a perder la fe en su
Maestro y comenzó a hundirse. En ese momento gritó: "Señor,
sálvame". Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: Hombre de
poca fe, ¿por qué has dudado? ¿No te parece que tú y yo estamos reflejados en
San Pedro?
Cuando
nos apoyamos en Jesucristo somos capaces de superar todos los sufrimientos y
tentaciones que nos vengan porque contamos con su gracia, pero si nos olvidamos
de Él y sólo nos apoyamos en nuestras propias fuerzas entonces nos hundimos y
caemos en el pecado, en la desconfianza y en la falta de fe. En esos
momentos acudamos al Señor que nos dice: "Ánimo, soy yo, no tengáis
miedo".
Jesús
Mateo. Sacerdote
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Que el Señor nos bendiga y nos guarde con Santa María la Virgen
y con San José su castísimo esposo.
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