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Como no se ponga más cuidado con las
PRIMERAS COMUNIONES,
se terminarán haciendo COMUNIONES POR LO CIVIL.
Porque los papás y los niños, tienen otras miras.
Todo se queda en regalitos y en lucimiento de las mamás
y detrás el papa...que es el que paga...y las paga!
Y muchos niños no saben ni rezar ni hacer la señal de la Cruz.
Franja
Como no se ponga más cuidado con las
PRIMERAS COMUNIONES,
se terminarán haciendo COMUNIONES POR LO CIVIL.
Porque los papás y los niños, tienen otras miras.
Todo se queda en regalitos y en lucimiento de las mamás
y detrás el papa...que es el que paga...y las paga!
Y muchos niños no saben ni rezar ni hacer la señal de la Cruz.
Franja
Decálogo para la celebración de Primeras
Comuniones
(Un Obispo que empieza a moverse,
aunque escribe un decálogo con demasiadas palabras.
Debía ser más resumido. Así no lo leerán muchos. Franja)
+ Ángel Rubio Castro – Obispo de Segovia
Para cuidar
la celebración de la primera comunión y poder seguir con
la segunda, tercera.. ofrezco el siguiente Decálogo:
1) En la primera participación de la
Eucaristía, es muy conveniente que ésta vaya precedida no sólo de la necesaria
catequesis de la Iniciación cristiana, sino también de una verdadera
introducción y un cierto hábito de asistencia a la celebración eucarística,
sobre todo la del domingo. Es un momento muy oportuno para ayudar a los niños a
conocer los signos, las respuestas, y las actitudes internas y corporales que
requiere la participación litúrgica.
Me parece que sus papás no han entendido nada, y mucho menos la niña.
Ver una imagen como esta da mucha pena.
2) La preparación para la Primera
Comunión, debe orientarse hacia una verdadera integración de los niños y de sus
padres en la vida de la comunidad cristiana, evitando que los vestidos, los
regalos y las comidas no desfiguren el carácter esencialmente religioso de la
fiesta cristiana de la Primera Comunión. Cuando se hace bien, dejas huella
positiva en el corazón humano para toda la vida.
3) Los padres son quienes deben
solicitar la plena participación del niño en la celebración Eucarística.
Petición que muchas veces la harán de manera implícita, simplemente con su no
oposición o con esas vagas e indecisas aspiraciones que sienten dentro de si
que a sus hijos no les falte nada de lo que es expresión Religiosa de pureza y de elevada
dignidad. Hay muchísimos padres de familia, no practicantes, que, sin embargo,
quieren que a sus hijos no les falte Dios, y precisamente ese Dios del amor y
del encuentro con el hombre que los sacramentos nos ofrecen.
4) Para niños que han vivido la etapa
del despertar religioso (Primeros pasos en la fe), asisten a la catequesis
parroquial y están inscritos en clase de Religión y Moral Católica, la edad más
apropiada para recibir el sacramento será entorno a los 8 años.
En caso contrario han de tener al menos
tres años de preparación inmediata, siguiendo la programación del Catecismo
“Jesús es el Señor”. Es importante preparar bien a los niños que han de
comulgar, sin retrasar indebidamente la edad de este encuentro feliz con
Cristo.
Mientras sigan así la cosa no va!
5) En la catequesis intensiva de la
Primera Comunión es indispensable una colaboración estrecha entre padres,
catequistas y sacerdotes, así como una presencia parroquial de
la comunidad cristiana adulta. Es preciso que la catequesis de la Primera
Eucaristía tenga como base constante la experiencia de los valores de la
“acción Comunitarias, el saludo, la capacidad de escuchar y también de
pedir y otorgar el perdón, la expresión de agradecimiento, la experiencia de
las acciones simbólicas, del banquete fraternal, de la celebración festiva”. (Directorio
para las Misas con niños, número 9).
6) Durante el tiempo, especialmente
intenso de preparación para dar este paso, los padres han de seguir muy de
cerca la acción catequética que se está llevando a cabo en el Colegio y en la
Parroquia. Más aún, si les fuera posible colaboren en la catequesis Parroquial
y Familiar, de suma importancia para la educación completa de la fe de los
niños, teniendo siempre en cuenta la catequesis que se lleva a cabo en la
escuela o en el colegio.
7) Para que el acceso al Sacramento del
Amor sea para los niños un momento intenso de solidaridad con los demás,
“comulgar con Cristo es comulgar con los otros”; ese día podría hacerse una
colecta extraordinaria para los pobres de la comunidad parroquial o para
Caritas, o para otras obras apostólicas diocesanas nacionales o internacionales.
8) Cuando el grupo de niños y niñas es
muy numeroso conviene hacer varias tandas o celebraciones distintas, a fin de
“desmasificar”, puesto que no es celebración comunitaria porque sean muchos,
sino porque esté la Comunidad, y a ser posible la normal, en la que el niño, a
partir de ese momento, se ha de reunir a celebrar la Pascua Semanal o día del
Señor.
9) La pastoral de la Primera Eucaristía
ha de prever la etapa posterior a esta fecha y a estos acontecimientos. Lo
mismo con los padres que con los niños. Sería conveniente suscitar la idea de
unos compromisos personales, familiares y de toda la comunidad para todo el año
siguiente, sobre todo aprovechando las fechas del año litúrgico que tenga más
relieve social y religioso, y seguir así explicándoles algún aspecto de la
eucaristía en la que participan comulgando.
10) Los niños que van a recibir la
Primera Comunión deberán acercarse previamente individualmente a la confesión
sacramental. La preparación y la celebración de la Primera Confesión de los niños
hay que enmarcarla como parte integrante de la iniciación cristiana. Para ello
se debe establecer en la catequesis preparatoria una firme conexión entre el
Sacramento del bautismo y este “segundo Bautismo” en el que Jesús nos trae el
perdón de Dios Padre y la Iglesia nos perdona en nombre de Jesús (IC107).
+ Ángel
Rubio Castro – Obispo de Segovia
El Obispo, D. Ángel Rubio Castro – Obispo de Segovia,
con niños que se preparan para la
PRIMERA COMUNIÓN
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