CATEQUESIS DE ADULTOS
Nº.1 de 5
Conoce tu fe | sección
Moral y Mandamientos, lo que la Iglesia vive | categoría
Virtudes teologales | tema
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Qué es la virtud. Tipos de virtudes
Las virtudes como camino para vivir cerca de Dios y cumplir con
nuestra misión aquí en la Tierra.
Qué es la virtud. Tipos de virtudes
El hombre fue creado por Dios para vivir eternamente en amistad
con Él. Por lo tanto, el hombre está destinado a la vida eterna y debe vivir de
cara a ella.
Para alcanzarla se necesita la gracia que Dios nos otorga. En
otras palabras, Dios es quien da la santidad. Pero como Dios, siempre, va a
respetar la libertad, alcanzar la santidad implica una respuesta de parte del
hombre.
La santidad es la identificación con Cristo en el cumplimiento
amoroso de la voluntad de Dios, mediante el ejercicio de las virtudes.
Las virtudes son hábitos buenos que nos llevan a hacer el bien.
Podemos tenerlas desde que nacimos o podemos adquirirlas después. Son un medio
muy eficaz para colaborar con Dios, pues implican que hemos decidido, libre y
voluntariamente, hacer el bien, es decir, cumplir con el plan de Dios.
La virtudes la disposición habitual y firme de hacer el bien y
se adquiere por repetición de actos o por un don de Dios.
La virtud permite a la persona no sólo hacer el bien, sino dar
lo mejor de sí misma. La persona debe de superarse siempre como hombre y como
cristiano.
El objetivo de una vida virtuosa es llegar a ser semejantes a
Cristo, no es un perfeccionismo, donde la persona elimina defectos porque
considera que no debe de tener tal o cual falla, esto sería un vanidoso
mejoramiento de sí mismo. Tampoco es un narcisismo de verse bien, que todos
piensen que es lo máximo. La virtud no es una higiene moral por la cual limpio
mi persona.
Las virtudes son hábitos operativos, es decir, hay que
actuarlos. No se trata de tener buenas intenciones, "pensar tengo que ser
más ordenado", hay que ser más ordenado.
Por ello es que el hombre debe encauzar las pasiones para ser un
hombre íntegro. Porque las virtudes de adquieren por medio de actos virtuosos.
La perfección de la que hablamos es un crecimiento armónico de
toda la personalidad, por eso al crecer en una virtud crecen las demás porque
el ejercicio de una virtud implica la práctica de otras. La laboriosidad exige
ser ordenado, responsable, etc. La paciencia implica la tolerancia, la aceptación,
la flexibilidad, etc.
Diferencias entre virtud y valor.
Hoy en día se admira a las personas que ganan mucho dinero, a
las grandes estrellas de la televisión o de la música, a los grandes
deportistas.
Todas estas personas realizan actos buenos. Estos actos son
buenos en sí mismos y tienen un fin bueno, pero no nos hacen crecer como
hombres. No podemos asegurar que un jugador de basquetbol de fama mundial sea
mejor persona que nosotros, únicamente porque él sabe meter canastas de tres
puntos y nosotros no.
Las habilidades físicas, deportivas o intelectuales, ciertamente
son dones que hay que desarrollar con esfuerzo, pero que por sí mismas, no nos
convierten en personas mejores, sino únicamente en mejores pianistas,
deportistas o matemáticos.
También, hay que distinguir las virtudes de los valores humanos.
Los valores están orientados al crecimiento personal por un convencimiento
intelectual: sabemos que si estamos limpios, seremos mejor aceptados por los
demás; sabemos que si mantenemos ordenadas nuestras cosas, podremos encontrarlas
cuando las busquemos.
Las abuelitas promocionadas
Una imagen que vale bien una sonrisa
Los valores son bienes que la inteligencia del hombre conoce,
acepta y vive como algo bueno para él como persona.
Las virtudes son acciones que nacen del corazón y están
orientadas directamente a un bien espiritual. Estas nos hacen crecer como
personas, a imagen de Dios.
Las virtudes nos llevan a la perfección, pues disponen todas
nuestras potencias, todas nuestras cualidades, nuestra personalidad entera,
para estar en armonía con el plan de Dios; orientan toda nuestra persona, no
sólo nuestros actos, hacia el bien.
Para entender mejor la diferencia entre valor y virtud,
analicemos cómo cambia un valor de acuerdo con las circunstancias que lo rodean.
Son diferentes:
- una persona que cuida a su tía enferma porque quiere su
herencia.
- una persona que cuida a su tía enferma porque ésta le cae muy
bien.
- una persona que siempre está dispuesta a cuidar a cualquier
enfermo, aún sin conocerlo, por amor a Dios y a los hombres.
Aunque la acción es la misma en los tres casos, solamente la
tercera es una virtud, por ser habitual y permanente. En los otros dos casos,
la persona vive el valor del servicio. En el tercero, la persona tiene la
virtud del servicio.
Las habilidades están orientadas a “hacer bien” algo específico.
Nos hacen ser mejores en algo, pero no mejores como personas.
Los valores humanos son un bien que la inteligencia humana toma
como tal. En sí mismos son neutros, y dependen del uso que les demos. Puestos
en práctica, los valores nos hacen crecer como personas.
Las virtudes están orientadas a cumplir el plan de Dios. Su fin
es hacer siempre el bien, independientemente de las circunstancias. Nos hacen
crecer como personas, nos perfeccionan, nos santifican y edifican la sociedad
por ser algo habitual y permanente.
Confeccionado por Franja.
Continuará en nº. 2 de 5
2 comentarios:
Me ha gustado mucho esta entrada. Muy buena para nuestra formación. ¡Enhorabuena una vez más por esta joya de blog!
Continuemos unidos en la oración.
Muchas gracias. Se agradece el acuse de haber leído el trabajo. Si conocemos las virtudes cristianas, podemos mejorar nuestra vida cristiana. Con la ayuda de Dios y el esfuerzo personal, se crean la virtudes o se fortalecen. Franja
Publicar un comentario