Blog católico de Javier Olivares-baionés
jubilado-Baiona
CATEQUESIS DE ADULTOS
Nº.5 de 5.
Conoce tu fe | sección
Moral y Mandamientos, lo que la Iglesia vive | categoría
Virtudes teologales | tema
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Una clase de virtudes humanas, tan necesarias hoy. No se puede dar nada por supuesto.
Hay mucha carencia de virtudes humanas y sobrenaturales. Franja.
Pecados contra la fortaleza:
La pereza, que es madre de todos los vicios.
La comodidad excesiva, la ley de menor esfuerzo.
La impaciencia, la inconstancia, la terquedad, la insensibilidad
o dureza de juicio, la ambición, la vanagloria, la presunción, la
pusilanimidad.
El don del Espíritu Santo que corresponde a esta virtud es el
don de la fortaleza.
La templanza es la virtud que modera la atracción de los
placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el
dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites
de la honestidad.
Cuando decimos moderar nos referimos a controlar, y muchas veces a reducir
la cantidad. No hay templanza aunque digas que... como te emborrachaste sólo una vez cada tres meses no hay problema. Te llevará a saborear el alcohol y a perder el dominio sobre ti mismo.
Hablamos de equilibrio, También sabemos que hay sistemas espartanos que
llevan a la excesiva rigidez y pueden provocar verdaderos trastornos en la
personalidad. Pero no será la mayor parte de las veces. y sí lo contrario.
En occidente se come demasiado, porque abunda la obesidad en todos los grados y el sobrepeso es muy común.
Tiramos a la basura muchos alimentos y nos olvidamos de lo que dijo el Santo Padre, Francisco:
"Que los alimentos que tiramos de nuestras mesas, son los alimentos que hemos quitado de la mesa del pobre". Y eso abunda.
Si queréis una muestra, os recomiendo que reviséis las papeleras de los colegios y ya veréis cuantos
bocadillos sin terminar son arrojados a la basura durante el recreo de los alumnos..
En occidente se come demasiado, porque abunda la obesidad en todos los grados y el sobrepeso es muy común.
Tiramos a la basura muchos alimentos y nos olvidamos de lo que dijo el Santo Padre, Francisco:
"Que los alimentos que tiramos de nuestras mesas, son los alimentos que hemos quitado de la mesa del pobre". Y eso abunda.
Si queréis una muestra, os recomiendo que reviséis las papeleras de los colegios y ya veréis cuantos
bocadillos sin terminar son arrojados a la basura durante el recreo de los alumnos..
alimentos tirados a la basura
revisando las basuras
l
Una estampa de nuestras calles
LOS SIETE PELIGROS QUE APUNTA GANDHI
NO ESTARÍA DE MÁS EL TENERLOS EN CUENTA, Franja.
Los medios que ayudan a vivir la virtud de la templanza son:
Vigilar: porque los instintos no mueren.
Orar: porque el pecado original nos ha desequilibrado y la
concupiscencia actúa.
Sacrificio, porque los instintos hay que disciplinarnos con
esfuerzo y continuidad. Hay que caminar por la “senda derecha”.
El don del Espíritu Santo que corresponde a esta virtud es el
don del temor.
trabajo en equipo.
¿Cómo adquirir las virtudes?
Las virtudes no se adquieren de un día para otro, sino mediante
el esfuerzo diario, la repetición de actos buenos que nacen del corazón, pero
no sólo eso: forzosamente necesitamos de la ayuda de Dios, pues es muy fácil
que, debido al ambiente o la distracción, las utilicemos sólo para nuestra
propia conveniencia y nos quedemos sólo en los valores humanos.
Es cuestión de proponérnoslo y trabajar en ello. No nos dejemos
vencer por la cobardía, por los fracasos, por el respeto humano. Necesitamos
ser tenaces y perseverantes, esforzándonos continuamente por superarnos.
Confiando y aprovechando las gracias que Dios nos puede dar.
Si hacemos esto todos los días, nos daremos cuenta, de pronto,
de que ya hemos alcanzado las virtudes que tanto deseábamos y muchas otras que ni
siquiera habíamos imaginado.
Algunas personas te podrán decir que las virtudes son propias de
los santos pero no de las personas como nosotros. Que Dios ayuda a los santos y
como magia se convierten en personas virtuosas. Recuerda que las virtudes
morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Requieren de nuestro
esfuerzo y constancia. El hombre virtuoso es el que practica libremente el
bien. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1803-1845
Lectura complementaria:
Lumen Gentium nn 42 y 65
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