Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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Jesús Mateo, es un sacerdote
amigo de Valladolid, que me manda diariamente
un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo,
además de con los sacerdotes, también con
los seglares que lo soliciten. Y lo pongo también todos los días en uno
de mis Blogs. Franja.
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4 de febrero, martes de 2020
Comentario: "CON
SOLO TOCARLE EL MANTO CURARÉ" (Mc 5, 22-25).
Así pensaba la Hemorroisa. La
fe de esta mujer es admirable. Estaba muy enferma, diríamos que su enfermedad
era incurable.
Padecía flujos de sangre desde
hacía doce años.
Había gastado todo su dinero en
médicos y todo había sido inútil. Por otra parte, por su enfermedad, estaba en
impureza legal, según el Levítico, y no podía hacer vida social. Se la
consideraba impura, y no sólo ella, sino todo lo que tocaba.
Por eso, para no ser notada por
la gente, la Hemorroisa se acercó a Jesús por detrás y tocó tan sólo su manto, por delicadeza,
porque se considera indigna de tocar al Señor.
Muchos le tocan al Maestro,
pero sólo una persona le "toca" de verdad; sólo esta enferma recibe
la gracia especial de su curación. Ha tocado a Jesús con la fe de su corazón.
El señor notó que había salido
una fuerza de él.
Se dio la vuelta en medio de la gente que le apretujaba y
preguntó: ¿Quién me ha tocado el
manto? Los discípulos manifiestan su sorpresa por la pregunta, pero el Señor no para de mirar alrededor y
busca a la mujer. Entonces, ella, temblorosa y asustada, y curada de su
enfermedad se echó a sus pies y le confesó toda la verdad.
Él le dice: Hija, tu fe te ha
salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad.
También tú y yo tenemos enfermedades
en el alma y en el cuerpo. Hemos de hablarle de ellas a Dios. Imitemos la fe de esta mujer. Pidámosela al
Señor. Si cuando iba por el mundo sólo con
tocar sus vestidos curaba a los
enfermos, ¿Por qué vamos a dudar que hará milagros con nosotros, si le podemos
"comer"?
"Se echó a sus pies".
También tú y yo y queremos
postrarnos ante Jesús para darle las gracias por las veces que le hemos tocado
en los Sacramentos, sobre todo en la Comunión.
Necesitamos más fe, por eso le
pedimos: Señor, aumenta nuestra fe.
En la Comunión, no sólo tocamos
su manto sino que recibimos "su
cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad.
Que "toquemos" al
Señor (comulguemos) con la fe, la humildad y el amor de la Hemorroísa.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo
diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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Que "toquemos" al Señor (comulguemos)
con la fe, la humildad y el amor de la Hemorroísa.
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