Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
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Jesús Mateo, es un sacerdote
amigo de Valladolid, que me manda diariamente
un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y
compartirlo, además de con los sacerdotes, también con los seglares que lo soliciten. Y lo pongo
también todos los días en uno de mis Blogs. Franja.
10 de Febrero, lunes, de 2020
Comentario: "CUANDO SE
ENTERABA LA GENTE DONDE ESTABA JESÚS, LE LLEVABA LOS ENFERMOS EN CAMILLAS"
(Mc 6, 53-56)
El Evangelio de hoy es breve;
muy aleccionador.
Así lo narra San Marcos:
"Terminada la travesía, Jesús y sus discípulos llegaron a
Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, lo reconocieron y se
pusieron a recorrer toda la comarca; Cuando se enteraba la gente dónde estaba
Jesús, le llevaba a los enfermos en camillas.
En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba, colocaban a los
enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su
manto; y los que la tocaban se curaban".
Lo primero que me llama la
atención es que
"reconocieron" a
Jesús nada más desembarcar.
Yo le pido a Jesús que le
"reconozca" siempre e inmediatamente.
Señor ábreme los ojos para que
te "vea", y para que siempre te siga. Quiero seguirte. No quiero separarme
de ti. Te amo por encima de todas las cosas. Te doy gracias porque me
"conoces"; Tú, sí que me
"reconoces".
En segundo lugar me impresiona
la fe que tiene la gente en Jesús"que le llevaban los enfermos en
camillas".
Bueno, también hoy, Jesús,
llevan enfermos en Lourdes. Y me impresiona
ver la cantidad de enfermos y voluntarios que les acompañan...
Pero, ¿Por qué, Señor, no lo
hacemos en todas las Iglesias donde estás en el Sagrario con tu Cuerpo, Alma y
Divinidad?
¿Por qué no llevamos a los
enfermos (a los pecadores) a la Eucaristía, y a la piscina de La Confesión de
donde saldrían limpios y curados de su enfermedad?
Y en tercer lugar quiero
meditar lo último que narra San Marcos:
"Colocaban a los enfermos
en las plazas de los pueblos y le rogaban a Jesús que les dejase tocar al menos
la orla de su manto, y los que la tocaban quedaban curados".
Y de nuevo me pregunto:
¿Por qué, tú y yo, que no solo
tocamos la orla del manto de Jesús, sino que "lo comemos", no somos curados?
Yo quiero, Señor, tocarte con
la fe de aquellos enfermos. Te pido que me cures. Te digo: Creo en Ti, pero
aumenta mi fe.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que Dios pague ese esfuerzo
diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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