Jesús Mateo, sacerdote de Valladolid
me envía el Comentario del Evangelio de cada día, y yo con
gran placer lo edito en mis blogs católicos de difusión. Sé que hay muchas
entradas porque muchos lo reciben y comparten para ayudarse en su tiempo de
oración.
P. Javier Olivares.
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31 de octubre, martes 2023
"EL GRANO DE MOSTAZA Y LA LEVADURA”. (Lc
13, 18-21)
El Evangelio, lo decimos un día más, es un
tesoro, nuestro tesoro espiritual. Se nos tiene que notar que lo leemos y
meditamos diariamente. Con el Evangelio de hoy el Señor nos hace ver la
importancia de las cosas pequeñas. Para ello se basa en dos parábolas
sencillas, la de la mostaza y la levadura.
La mostaza es un grano pequeñito que crece, se hace un árbol, y los pájaros del cielo anidan en sus ramas. La levadura se mete en la harina hasta que fermenta la masa. Así actúa Dios en nuestra alma. Es un gran misterio. De ordinario actúa de una manera lenta, silenciosa y progresivamente con cosas aparentemente pequeñas.
Y así ha ocurrido en tu vida y en la mía. Nacimos en una familia cristiana. Nos educaron en la fe. Fuimos viviendo cristianamente. Recibimos los sacramentos de la iniciación cristiana. El espíritu cristiano de nuestros padres se nos fue metiendo como por ósmosis en nuestra vida hasta el día de hoy.
Os comentaba que me llena de alegría este
Evangelio porque me hace ver que Dios bendice y valora las cosas pequeñas que
hacemos en su honor. Y tú y yo, quizás no seamos capaces de hacer cosas
grandes, pero sí que estamos haciendo, cada día, cosas pequeñas. Hoy, por
ejemplo, cuántas cosas pequeñas hemos hecho. Muchísimas. Te invito a repasar y
a examinar todo lo que has hecho durante este día y verás que son muchas,
muchas, muchas.
Y te he dicho, y rectifico, que no has hecho
cosas grandes pero yo te aseguro, que las cosas que a ti te han parecido
ordinarias se han convertido en extraordinarias si las has hecho bien y se las
has ofrecido a Dios. No hay cosas pequeñas para Dios.
Todo lo que hacemos se convierte, no en oro
como se cuenta del Rey Midas, se convierte en gracia y en amor a Dios. ¡Qué
importancia tienen las cosas pequeñas hechas por amor a Dios! Y yo sé que, tú y
yo, somos capaces de hacer cosas pequeñas, y esto me llena de alegría y de
esperanza.
Jesús Mateo. Sacerdote.
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Que el Señor nos bendiga y nos
guarde con Santa María la Virgen y con San José su castísimo esposo.
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