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sábado, 8 de septiembre de 2012

ABRIENDO PUERTAS SIN MIEDO

ABRIENDO PUERTAS SIN MIEDO 
Cuando pienso en lo que dice la entrada de hoy, me viene a la memoria lo que  muchos están haciendo en estos tiempos: renunciar a la felicidad por falta de reflexión, y porque les ata eso que se  empeñan en hacer y que es capaz de matar.  Se encuentran sin fuerzas, para romper con la monotonía de una vida sin sentido y llena de miedos,  de drogas,  sexo, dinero, poder, y se olvidan o no saben, que vale la pena ser capaces de renunciar a aquello, que lleva sin dudar a la muerte o destrucción, renunciando a la capacidad que tienen de  atravesar puertas que llevan a a felicidad.
Pregunta a un joven si quiere ser feliz.  Te dirá, sin dudar, que sí. Pero si le preguntas dónde está la felicidad, alguno te dirá, sin más explicaciones, porque se la hace un sacerdote, que en Jesucristo...o en Dios!
Si insistes en que te lo explique, te dirá que no sabe.
Y ahí esta tu oportunidad para decirle:
 La felicidad está en descubrir en la vida lo que Dios quiere de tí...y decirle sí.  Porque ahí Dios se vuelca y te da los medios para ser feliz, aquí ahora...y después.
Y a continuación viene la pregunta del millón, porque para justificarse te dicen...
¿Cómo puedo saber lo que Dios quiere de mi?. 
Y si no dan la espalda como Pilato a Jesús, cuando aquello de la verdad, podrás decirle sin miedo:
-Para descubrir lo que Dios quiere de tí... 
¡¡¡hay que TRATARLO!!!.
Franja


ABRIENDO PUERTAS SIN MIEDO 
En una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto. A sus prisioneros no los mataba, los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una puerta inmensa de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre. En esta sala les hacía formar un círculo y les decía: 
-Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros, 
o pasar por aquella puerta... detrás de esa puerta ¡YO LOS ESTARÉ ESPERANDO! 
Todos elegían ser muertos por los arqueros. 
Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al rey, se dirigió al soberano: 
-Señor ¿puedo hacerle una pregunta? 
-Dime soldado. 
-Señor: ¿qué había detrás de la puerta? 
El rey contestó:
-¡Vé y mira tú mismo! 
El soldado abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraron, la luz invadió el ambiente y, finalmente, sorprendido, descubrió que... 
¡la puerta se abría sobre un camino 
que conducía a la LIBERTAD! 
El soldado, embelesado, miró a su rey, quién le dijo:
-Yo les daba la oportunidad de hacer una ELECCIÓN, 
pero por temor, preferían morir
a arriesgarse a abrir esa puerta. 
¿Cuántas puertas dejamos de abrir por miedo a arriesgarnos? ¿Cuántas veces perdemos la libertad, la oportunidad de la felicidad 
y morimos por dentro, solamente por sentir miedo de abrir la puerta de nuestros sueños? 
“Donde hay una inteligencia hay una libertad.” 
-Santo Tomás de Aquino- 
Te deseo una linda semana, 
sin miedo de abrir 
¡¡¡NUEVAS PUERTAS !!!
Confeccionado por
Franja

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si decimos a Dios: ¡Hágase en mí tu voluntad! La puerta se abrirá más fácilmente. Las llaves irán entrando poco a poco en los cerrojos correctos para poder divisar la Felicidad. A veces nos cuesta porque utilizamos llaves oxidadas que no queremos cambiar por otras nuevas. Hemos de estar dispuestos a dejar lo que está en mal estado en nuestras vidas, oxidado, ¡sin miedos!, confiando siempre en que Dios quiere lo mejor para nosotros y más cuando tratamos de acercarnos a Él.
¡Enhorabuena al autor de este blog por estas magníficas reflexiones que nos regala!

Ana Lloréns dijo...

Magnifica reflexión!!!.
Los miedos que tanto inundan nuestras vidas hacen que nos paralicemos, el temor paraliza, temor al cambio, temor a perder, temor a enfrentarte a tantas situaciones (enfermedades, malos entendidos, examenes, etc, etc).
Sin embargo que necesario es correr ese telón del miedo y dar la cara a la vida, para salir de situaciones de incertidumbre, de desasosiego, y avanzar.
El temor nos hace retroceder.
Está demostrado que un enfermo que enfrente su enfermedad con valentía tiene muchas mas posibilidades de salir adelante, igual que un padre dispuesto a hacer todo por sus hijos lo conseguirá, o un amigo o un hermano que no aclara un mal entendido puede llegar a sufrir toda su vida.
Tantas situaciones en la vida que nos paralizan y nos apartan de la felicidad.... por temor.
Hay que ser valientes para enfrentar las situaciones y continuar el camino. Hacer todo lo que esté en nuestra mano, todo, y el resto confiarselo a Dios, pero con Fé, en nosotros mismos y en Él. Me siento agradecida por tener esta convicción.
El lamentarse por lo que no hicimos por no ser valientes en su momento, puede acarrearnos años, o toda una vida, de infelicidad.
Hace un año aclaré una situación con una amiga que me provocó desasosiego 30 años atrás, una situación que me carcomía cuando pensaba en ella. Cuando la ví de nuevo, de casualidad, fué lo primero que le dije, reviví con ella aquel momento que a las dos nos había pesado tantos años... Que tontería, no? 30 años perdidos... incluso hubiera podido ser toda la vida...
Que raros somos a veces!!!
Seguir nuestro Plan.... con valentía, y sin dudar. Allá vamos...

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado dijo...

Me han gustado los dos comentarios.
Me alegra el ver que el blog de Baiona se lee en muchos lugares.
Si sirve el artículo y ayuda a abrir pertas cerradas, que sin duda llevan a la felicidad, ya me doy por satisfecho. Javier Olivares

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