Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
El
reino de los cielos y el tesoro
escondido en el campo
¿DÓNDE ESTÁS, SEÑOR?
Que
me dicen que, hace un tiempo,
te
sembraron en mi corazón…y no te encuentro
Que
pregonan que, en el cielo te hayas,
y
cuando levanto la vista no te alcanzo
Me
repiten que, en los destrozos del mundo,
es
donde especialmente sales a su lado
y…
no llego a percibir tu presencia.
¡Dónde
estás, Señor!
¿Qué
tengo que vender para poder comprarte?
¿Qué
tengo que dejar para poder conseguirte?
¿Qué
parte de mi hacienda he de regalar
para
que, Tú, seas la definitiva riqueza y valor a mi vida?
¡NO ME CONTESTES, SEÑOR
!
Mis
ojos no te ven porque andan distraídos
Porque
prefieren verse seducidos
por
el gran capital que el mundo oferta
Mis
manos disfrutan mucho más
cuando
acarician los lingotes del oro del bienestar
de
lo que cuenta y vale en la sociedad
del
prestigio o del dinero
del
buen nombre y buena vida…sin mínimo esfuerzo
¡NO ME CONTESTES, SEÑOR!
¡Demasiado
bien sé dónde se encuentra tu tesoro!
En
el silencio,
que
tanto hiere porque tanto me dice
En
la humildad,
donde
la pequeñez tanto me asusta
En
la sinceridad,
que
me convierte en diana de tantos dardos
Ayúdame,
oh Cristo, a no perder el campo de tu tesoro:
La
fe que es llave para poder amarte y descubrirte
El
amor que es bono seguro que cotiza en el cielo
Mi
perfección, para no convertirme en algo vulgar y solitario
¡NO ME CONTESTES, SEÑOR!
Soy
yo, quien hoy más que nunca,
necesito
buscarte por mí mismo
y
ponerte en el lugar que te corresponde:
¡EN EL CENTRO DE MI TODO!
Amén
P. Javier Leoz
¿Cómo valoras tu, lector o visitante de este blog,
el tesoro escondido en el campo,
y el tesoro de la fe escondido en tu corazón?
¿Qué haces para comprarlo,
qué estás dispuesto a dar,
y de lo qué tienes que desprenderte por incompatible
para comprarlo?
Franja
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