Páginas especiales

viernes, 8 de noviembre de 2013

ALEJANDRO MAGNO

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

Un buen ejemplo para este mes de noviembre

Mosaico de la batalla de Alejandro Magno procedente 
de la Casa del Fauno en Pompeya,
hoy en el Museo Nazionale di Capodimonte, Nápoles

ALEJANDRO  MAGNO
Alejandro III de Macedonia, llamado el Grande (Alejandro Magno) fue rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte. Es considerado uno de los líderes militares más importantes de la Historia, por su conquista del Imperio Aqueménida.

legendario
Generalísimo de los ejércitos griegos

Tras la unificación de múltiples ciudades-estado de la antigua Grecia bajo el dominio de su padre, Filipo II de Macedonia, Alejandro conquistó el Imperio Persa, incluyendo Anatolia, Siria, Fenicia, Judea, Gaza, Egipto, Bactriana y Mesopotamia, y amplió las fronteras de su propio imperio hasta la región del Punjab.

magno

Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:
1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.
2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas... ), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...
3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.
Alejandro le explicó:
1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.

No hay comentarios:

Quizás también le interes


Contemplar el Evangelio de hoy - homilías católicas del Evangelio del día
Contemplar el Evangelio de hoy - Suscríbase