Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Lectura Bíblica según el
Evangelio del día:
“Señor, ¿a quien iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”
“Señor, ¿a quien iremos? Tú
tienes palabras de vida eterna” (Jn 6, 60-69)
Muchos de sus discípulos, al
oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?» Pero sabiendo
Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto
os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?…
«El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que
os he dicho son espíritu y son vida. «Pero hay entre vosotros algunos que no
creen.»
Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y
quién era el que lo iba a entregar. Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede
venir a mí si no se lo concede el Padre.»
Desde entonces muchos de sus
discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los
Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?» Le respondió Simón Pedro: «Señor,
¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos
y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»
- VOY CONTIGO, SEÑOR
Porque
eres el único que permanece,
la
verdad que nos hace libres
el
sol que, más allá del que alumbra en lo
alto,
nos
alumbra una eternidad en el cielo.
Te
lo prometo, Señor; yo no me voy
Porque,
en el mundo, cambian muchas cosas
Lo
que es amor, luego se convierte en
egoísmo
Lo
que es gratuito, a continuación es alto
precio.
Tú,
en cambio Señor, cumples lo que prometes
con
un amor leal, legal y sin límites.
¿Se
puede pedir algo más santo y bueno,
Señor?
VOY CONTIGO, SEÑOR
Porque,
en medio del recio viento,
eres
veleta que orienta para no perderme
Porque,
en medio del bravío mar,
eres
timón seguro que siempre lleva a buen
puerto
Porque,
si miro hacia atrás,
sé
que el arado que agarra mis manos
no
podrá trabajar con la misma fuerza y
hondura
que
mirándote a los ojos, Señor.
VOY CONTIGO, SEÑOR
Ayúdame
a no desertar, a no alejarme de Ti
Te
doy las gracias,
por
la libertad que me ofreces para seguirte
Te
doy las gracias,
porque,
aún en medio de tanta seducción,
sigues
optando por mí,
sigues
esperando mi respuesta
sigues
añorando mi presencia.
VOY CONTIGO, SEÑOR
Ayúdame
a cumplir con este reto,
con
esta firme propuesta:
quiero
estar contigo, Señor
Quiero
estar a tu lado, siempre, Señor.
P. Javier Leoz
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