Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Susurro
de Dios
Un
hombre susurró: "Dios, háblame".
Y
entonces cantó un pajarito. Pero el hombre no escuchó.
Entonces,
el hombre gritó: "Dios, háblame".
Y
entonces se oyeron truenos a través de un colchón de nubes.
Pero
de nuevo el hombre no escuchó.
El
hombre miró a su alrededor y dijo: "Dios, déjame verte".
Y
una estrella brilló en el firmamento como nunca había brillado.
Pero
el hombre no miró al cielo y no la vio...
Entonces
el hombre, indignado, fuertemente gritó:
"Dios,
déjame ver un milagro". ¡Y nació su hijo!
Pero
el hombre no se dio cuenta de la nueva e irrepetible vida que comenzaba.
Entonces
gritó desesperado: "Dios, tócame, déjame sentirte".
En
ese momento, Dios bajó del cielo y tocó al hombre en su mejilla suavemente.
Pero
el hombre quitó la linda mariposa de su mejilla y siguió su camino.
Esto
nos debe recordar que Dios siempre está a nuestro lado, en todo, en lo grande y
lo sencillo, al igual que en cosas a las que no le prestamos mucha atención.
Inclusive
en nuestra era electrónica.
El
hombre, llorando, gritó: "Dios, necesito tu ayuda".
Y,
en ese momento, le llegó un mensaje de correo electrónico con buenas noticias,
dándole aliento, y con la oración y el abrazo de alguien que lo quería...
El
hombre no lo vio... Siguió trabajando y lo borró sin leerlo.
No
te pierdas de una oración ni de un buen amigo sólo porque la envoltura no es lo
que tú esperas...
Dios
nos habla a través de las personas más sencillas y menos esperadas.
Este
mensaje vino con la instrucción de que yo lo envíe a todo aquél a quien yo
quiera que Dios le dé su bendición, y yo te escogí a ti.
Tú
puedes hacer lo mismo y enviárselo a quien tú quieras bendecir también. Espera
siempre lo inesperado .
Que
Dios nos bendiga!!!
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