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domingo, 22 de agosto de 2021

"ENTONCES, OYÉNDOLE MUCHOS DE SUS DISCÍPULOS, DIJERON: DURA ES ESTA ENSEÑANZA, ¿QUIÉN PUEDE ESCUCHARLA? (Jn 6, 60-69).

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

D. Jesús Mateo me envía el presente comentario:

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22 de agosto, Domingo 2021.

"ENTONCES, LOS DISCIPULOS DE JESÚS OYÉNDOLE  DIJERON: DURA ES ESTA ENSEÑANZA, ¿QUIÉN PUEDE ESCUCHARLA? (Jn 6, 60-69).

Jesús les había hablado del misterio eucarístico y a los judíos les había parecido incomprensible. Muchos se escandalizaron y lo abandonaron. Les parecía muy dura su enseñanza. Pero no sólo lo pensaron los judíos sino que  muchos de sus discípulos, de sus íntimos, en su interior, pensaban lo mismo.

 Muchos de tus discípulos te abandonaron.

Yo pienso, Señor, que tuviste que sufrir horriblemente al ver que los tuyos también dudaban y no eran capaces de creer en ti y en tu mensaje, y más aún, muchos de tus discípulos te abandonaron. Se quedan contigo, Jesús, unos pocos, los más íntimos, los que te habían seguido día tras día. Y te vuelves a ellos y les preguntas: ¿También vosotros queréis marcharos?

Hoy, Señor, se está repitiendo la historia. Muchos no aceptan que la Eucaristía sea el centro y la raíz de la vida cristiana y tratan de  "cargársela" permíteme la expresión. Muchos pueblos se están acostumbrando a no tener "Misa" días de diario ni algunos domingos.

Ya se "han cargado" el Sacramento de la Confesión y ahora "van" por el Sacramento de la Comunión.

¿Por qué lo permites, Señor? 
Te la "jugaste" al darnos el don de la libertad.

¿Por qué lo permites, Señor? Te la "jugaste" al darnos el don de la libertad. Nos hiciste y nos quieres libres. Es cierto que "la libertad es ciertamente un derecho humano irrenunciable y básico, pero que ella no se caracteriza por el poder de elegir el mal, sino por la posibilidad de hacer responsablemente el bien, reconocido y deseado como tal" (San Juan Pablo II).

¿Somos "esclavos" de nuestras pasiones, de la soberbia, de la sensualidad y de nuestro egoísmo?

¿Por qué, Señor, ponemos en duda tus Mandamientos? ¿Por qué no aceptamos las leyes y las enseñanzas de la Iglesia? ¿Por qué nos acercamos a comulgar sin la debida preparación? ¿Por qué hemos borrado "de un plumazo" la santa pureza y la santidad del matrimonio? ¿Por qué hay tantas guerras, tantos odios y crímenes?¿ Por qué tantas injusticias? ¿Porque somos libres? ¿No será más bien porque somos "esclavos" de nuestras pasiones, de la soberbia, de la sensualidad y de nuestro egoísmo? 

Nosotros, tú y yo, decimos con San Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros hemos creído y conocido que Tú eres el Santo de Dios".

Jesús Mateo. Sacerdote.

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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.

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