Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
D. Felipe de Urca, autor de
"Pequeñas Semillitas" y de "Juan Pablo II el Inolvidable",
puso este artículo hace muy poco, que llegó a mis manos.
Ayer, DÍA 22, celebrábamos su primera fiesta como
SANTO CANONIZADO
¡Gracias, D. Felipe!.
San Juan Pablo II
20 hechos asombrosos de San Juan
Pablo II
1.- En sus tiempos de
interpretación teatral, era el que salvaba la situación con su memoria
prodigiosa.
Todos sabemos que Juan Pablo II
sentía una fuerte pasión por el teatro y la literatura en general, ya incluso
desde que era un adolescente. Pero lo que no sabíamos es que una vez salvó la
situación con su increíble memoria.
Uno de los personajes en una producción
se dio de baja dos días antes del estreno y no disponían de suplentes en aquel
momento.
La absorbente mente del joven
Karol simplemente había memorizado el papel de todos los personajes durante los
ensayos, y se ofreció a interpretar dos personajes.
2.- En sus acampadas con el grupo
de gente joven, acostumbraba a leer “Cartas del Diablo a su Sobrino” de CS
Lewis junto al fuego de campamento.
Al Padre Wojtyla le encantaba
pasar tiempo con los jóvenes en actividades al aire libre durante su tiempo de
párroco en Polonia; y más tarde como Cardenal siguió manteniendo esa costumbre.
Esas salidas tenían que ser clandestinas ya que estaban prohibidas por los
dirigentes comunistas. Iban a descender el río en kayak, o a practicar
montañismo, llegando a celebrar misas en una canoa vuelta del revés.
Parece ser que alrededor del
fuego durante las veladas nocturnas cantaban textos de poetas y escritores en
general y leían textos sacados de algunos de esos libros, incluyendo el clásico
“Cartas del Diablo a su Sobrino” (publicada por primera vez en 1942).
3.- Irónicamente, los comunistas
“querían” que fuese arzobispo de Cracovia.
Aunque el gobierno comunista
permitía a la iglesia polaca nombrar a los candidatos a la sede vacante, el
gobierno se reservaba el derecho a veto sobre cualquier candidato que no le
interesase. Continuaron con su censura a los candidatos hasta que consiguieron
situar a su hombre: Karol Wojtyla.
Imaginemos ese momento incómodo
cuando el hombre que ellos mismos han seleccionado se convierte en Papa y
después regresa a Polonia a derrocar el comunismo. Probablemente el mayor
ejemplo de minusvalorar a alguien en la historia de los fracasos.
4.- Removió una montaña de
excrementos con la pala
A JP II nunca se le cayeron los
anillos por trabajar en trabajos duros, o sucios, o a la hora de realizar los
trabajos más bajos.
Poco después que el poder
cambiara de manos en Polonia de los nazis a los comunistas, Karol y sus
compañeros seminaristas pudieron volver al seminario, que había caído en un
estado físico deplorable y necesitaba arreglos patentes. Las cañerías se habían
congelado, y las letrinas se encontraban en un estado de profundo caos. Había
que picar montañas de excrementos helados con palas y transportados en carretas
lejos de ahí.
5.- Continuó con la práctica del
esquí hasta que tuvo 73 años.
Una historia famosa es la de un
niño de 8 años que se encontró con JP II en la pista de esquí. Hicieron un par
de bajadas juntos, y la madre del niño no quería dar crédito a que su
imaginativo hijo hubiera estado esquiando con el Papa, hasta que el niño se lo
presentó.
6.- Viajó a la luna tres veces
durante su vida.
Bueno, la misma distancia, al
menos: ¡1.140.000 km! El hombre tenía una misión, y sentía que su llamada como
pastor de la iglesia universal implicaba salir a los caminos y reunirse con su
rebaño universal. “¿No se supone que debo ser el papa de todo el mundo?”, solía
decir.
7.- ¿Cuál fue “el día más feliz
de su vida”?
Según él mismo, ése fue el día en
que canonizó a la hermana Faustina como la primera santa del milenio.
Su devoción a la Divina
Misericordia fue uno de los temas centrales de su vida, algo muy cercano y muy
querido para su corazón, especialmente como polaco que era. “No hay nada que el
hombre necesite más que la Divina Misericordia”.
8.- Realizó un par de movimientos
a lo James Bond para eludir a la policía secreta.
Cuando fue obispo en Polonia
durante el dominio comunista, la policía secreta estaba constantemente grabando
furtivamente sus conversaciones y estudiando sus movimientos. Cuando llegó a
convertirse en Papa habían ya recopilado informes sobre su persona que llenaban
18 cajas de archivo.
En una ocasión en que el
arzobispo necesitaba tener una reunión secreta con Karol, el chófer de Wojtyla
montó una pequeña y peligrosa escena en medio del tráfico que hizo perder a los
perseguidores de vista. Rápidamente Karol cambió de coche sin que nadie se
percatara y así pudo reunirse con el arzobispo en paz.
9.- Los royalties de sus libros
construyeron iglesias en Yugoslavia.
Juan Pablo II, durante toda su
vida fue un "regalador". Se regaló a sí mismo y regaló su tiempo y su
talento.
Como botón de muestra, tras
publicar "Cruzando el umbral de la esperanza", que vendió millones de
copias, ofreció los primeros royalties para reconstruir iglesias destruidas en
el conflicto de Yugoslavia.
También se sabe que regaló las
ropas nuevas que le compraron y se quedó con las viejas.
10.- Recibió el sacramento de la
reconciliación del padre Pío.
En 1947, el Padre Wojtyla visitó
al Padre Pío, y éste le oyó en confesión. El Papa Juan Pablo II le canonizaría
55 años después.
11.- Su predecesor Juan Pablo I
dijo lo siguiente:
“Mi nombre es Juan Pablo I.
Solamente estaré con vosotros un tiempo corto. El segundo ya está en camino”
12.- Era el Rey de la
multi-tarea.
Juan Pablo II tenía una ética
laboral increíble, y uno de sus secretarios le describió como un “volcán de
energía”. Era habitual en él trabajar entre 12 y 16 horas diarias. Tenía el don
de la “concentración dividida”. Muchas personas contaban cómo podía tener una
conversación completa con ellos mientras estaba leyendo, y aun así estar
plenamente entregado. Algunas veces se cansaba en las reuniones si no trabajaba
en algo más al mismo tiempo. De hecho, durante el Concilio Vaticano II escribió
todo tipo de libros y poemas.
13.- Leía a Marx durante el
Cónclave.
De hecho la necesidad de
dedicarse a múltiples tareas simultáneamente era tan acuciante, tal era la
necesidad de constantemente alimentar su intelecto, que incluso se llevaba
material de lectura a las sesiones del cónclave poco después de su propia
elección. Y de todos los libros que uno puede leer… leía literatura marxista.
Como dijo en una ocasión a un amigo, “si quieres llegar a conocer a tu enemigo,
tienes que conocer lo que ha escrito”.
14.- Una audiencia de 300.000
personas le aplaudió durante 14 minutos sin interrupción.
Durante el momento clave que
representó su viaje a Polonia como Papa en 1979, JP II celebró la misa de
Pentecostés en la plaza de la Victoria de Varsovia para una multitud de 300.000
almas. En un momento concreto el aplauso entusiasta duró 14 minutos sin
interrupción.
15.- Si se recopila todo lo que
escribió, equivaldría al contenido de 20 Biblias.
Su media superaba las 3.000
páginas anuales, y solamente durante el tiempo en que fue papa.
16.- Fue el primer papa en pisar
una mezquita.
Su amor hacia la persona humana
se extendía más allá de los confines de la Iglesia Católica, hacia todas las
religiones, razas y lenguas.
17.- Una figura envuelta en un
abrigo largo, con capucha negra, saliendo a hurtadillas por la puerta trasera
del Vaticano.
Juan Pablo II era uno de esos
líderes que se deslizaría con sigilo para no ser notado por sus guardias de
seguridad mientras salía de casa. A menudo estas excursiones servían para
conseguir un poco de solaz en las montañas o para ir a esquiar. Con lo ocupado
que andaba el hombre, entendió la necesidad del equilibrio y la diversión.
18.- De vez en cuando le gustaba
reírse un poco de su persona.
En una ocasión alguien pudo oír
la siguiente conversación:
JP II: “La música es
extraordinariamente útil para la oración. Como decía San Agustín, “el que
canta, reza por partida doble”.”
Amigo: “¿Cantaba usted bien,
Santo Padre?”
JP II: “Cuando era yo el que
cantaba, era más propio decir que rezaba una sola vez.”
19.- Conocía a los más de 2.000
obispos del mundo por su nombre.
Guardaba un mapa en el que
marcaba cada diócesis del mundo, y conocía a cada uno de sus obispos de
memoria. Su memoria no estuvo limitada a los líderes de la Iglesia. La guardia
suiza, los seminaristas, y conocidos esporádicos que apenas había tratado se
sorprendían por los detalles pequeños que recordaba de ellos años más tarde.
20.- Más gente le vio a él que a
cualquier otra persona en la historia de la humanidad.
Bueno, eso es lo que se dice. Y
con el récord de 500 millones de personas, ¿alguien de entre el público puede
competir con él?
Publicado por Felipe de Urca en
0:30
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