Blog católico de Santa María de
Baiona la Real, nº. 800
Una felicitación especial desde Jerusalén
del P. Artemio Vítores,
Vice-Custodio de Tierra Santa
Navidad 2012
Querido Francisco Javier: ¡El
Señor te dé su Paz!
Niño Jesús del P. Artemio
En
Belén, en la Noche Santa, los ángeles anuncian alborozados a los pastores que ha terminado la espera, que
ha llegado la salvación para todos: “Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el
Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en
pañales y acostado en un pesebre” (Lc 2,11-12). En Belén, hace 2012 años, cambió la
vida de la humanidad y la historia comenzó a caminar desde esta Gruta.
Ocurrió algo
nuevo e inaudito para todos nosotros. “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer” (Gal
4,4). ¡No tengas miedo! Dios no viene con pompa ni ostentación ni con las armas;
es un ser frágil y débil, es un Niño, que carece de todo, que vive en la
miseria de un establo, que tiene necesidad del amor humano, de nuestro amor. Es
un Niño que reposa plácidamente en un pesebre. Dios –
decía San Francisco -, se ha hecho “niño
pequeñuelo”, y “se crió a los pechos de madre humana" (2Cel 199). Es un Niño feliz, a pesar de la
pobreza de la Gruta, porque está con María y José, sus padres.
Es
el que contemplamos en la Gruta de Belén, en el Lugar Santo de su Nacimiento: “Aquí, de la Virgen María, nació Jesús”. “Nosotros lo hemos visto y damos testimonio…
y os escribimos esto para que nuestro
gozo sea completo” (1Jn 1,1-4). Y os suplicamos que tengáis fe en Él, pues
de nada sirve decir que Dios ha tomado carne de la Virgen María, “si no ha venido a habitar en esta carne mía”,
escribía Orígenes.
En estas fiestas navideñas anhelamos con
más fuerza la paz, el amor, y la felicidad. Por eso, pedimos al Niño, al “Príncipe de la Paz”
(Is 9,5) que se acuerde de Su Tierra y del mundo, en especial de Siria, y que
mueva los corazones de todos los hombres de buena voluntad para que tiendan los
puentes de la concordia y del amor. Los franciscanos
de Tierra Santa, custodios de la Gruta de la Natividad, te deseamos: ¡Paz y
Bien! Esa paz que anunciaron los
ángeles de Belén: “¡en la tierra
paz a los hombres que ama el Señor!” (Lc 2,14).
En Belén rogamos al Niño
Jesús que nos enseñe a reconocerlo en los más pequeños y en los más pobres de
este mundo y que nuestra ternura y afecto hacia Él, el Niño-Dios, se transforme
en pan para los hambrientos, en compasión y en ayuda para los necesitados. Que
se acuerde de todos los niños del mundo, en especial de “los niños inocentes”, que
el Herodes de turno no se cansa de eliminar. Pedimos también por los cristianos de Tierra Santa,
que se encuentran como el Niño y sus padres: “No había sitio para
ellos en la posada” (Lc 2,7), para que en estas fiestas tengan “motivos de esperanza”.
No guardes sólo para ti la gracia que
has recibido. ¡Comunica a los demás tu encuentro con el Niño Dios en Navidad y se testigo de su amor! Haz que el Niño
Jesús nazca en los corazones enamorados, como
hacía el “Pobrecillo de Asís.
Hoy no te cuento nada de mí. Estoy bien
y, aunque los años suman, sigue en mi muy vivo el entusiasmo y el deseo de
abrir mi corazón a los demás........
Esta comunidad de hermanos franciscanos,
más de 85 frailes, que van desde los que tienen 22 años hasta el que ha llegado
a 100, te desean que el amor y la paz reinen en tu
corazón y que puedas vivir con salud y felicidad durante todo el Año Nuevo que
pronto comenzaremos. Eso es lo que pediremos al Niño Jesús y a su Madre
en la Gruta de la Natividad. ¡El Niño de
Belén te colme de sus gracias! Os deseo a ti y
tus seres queridos:
¡Feliz
Navidad y Próspero Año Nuevo 2013!
Un abrazo. Artemio
Gruta en Belén del lugar del NACIMIENTO del Señor
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