Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
DÍA 27 DE SEPTIEMBRE
BEATIFICACIÓN EN MADRID
DEL SIERVO DE DIOS
MONS.D. ÁLVARO DEL PORTLLODÍA 27 DE SEPTIEMBRE
El próximo
día 27 de septiembre (ha comenzado la cuenta atrás), tendrá lugar en Madrid el acontecimiento eclesial, digno de ser señalado por su importancia, la BEATIFICACIÓN del Siervo de Dios, Mons. Álvaro del Portillo,
anterior Prelado del Opus Dei.
Se están editando muchas noticias hermosas
La siguiente oración es un ejemplo,
que puede servir para nuestra oración de
Acción de Gracias después de la Comunión
Este poema lo conservaba Don Álvaro del Portillo
entre las páginas de su breviario. El texto pertenece el Padre Carmelita J.
Caraud.
¡Qué bien se
está contigo, Señor, junto al Sagrario!
¡Qué bien se
está contigo! ¿Por qué no vendré más?
Hace ya
muchos años que vengo aquí a diario
Y aquí te
encuentro siempre, Amor Solitario,
Solo, pobre,
escondido, pensando en mí quizás.
Tú no me
dices nada ni yo te digo nada;
Si Tú lo
sabes todo, ¿qué voy a decirte?
Sabes todas
mis penas, todas mis alegrías,
Sabes que
vengo a verte con las manos vacías
Y que no
tengo nada que te pueda servir.
Siempre que
vengo a verte, siempre te encuentro solo.
¿Será,
Señor, que nadie sabe que estás aquí?
No sé, pero
sé, en cambio, que aunque nadie viniera,
Aunque nadie
te amara ni te lo agradeciera,
Aquí
estarías siempre esperándome a mí.
¿Por qué no
vendré más? ¡Qué ciego estoy, qué ciego!
Si sé por
experiencia que cuando a Ti me llego
Siempre
vuelvo cambiado, siempre salgo mejor.
¿Adónde voy,
Dios mío, cuando a mi Dios no vengo?
¡Si Tú me
esperas siempre! Si a Ti siempre te tengo,
Si jamás me
has cerrado las puertas de tu Amor.
¿Por qué no
vendré mas si sé que aquí, a tu lado,
Puedo
encontrar, Dios mío, lo que tanto he buscado
Mi luz, mi
fortaleza, mi paz, mi único bien?
Si jamás he
sufrido, si jamás he llorado,
Señor, sin
que conmigo llorases Tú también!
¿Por qué no
vendré más, Jesús?
¡Si Tú lo estás
deseando, si yo lo necesito!
Si sé que no
soy nada cuando no vengo aquí.
Si aquí me
enseñarás la ciencia de los santos
Como aquí la
buscaron y la aprendieron tantos,
Que fueron
tus amigos y gozan ya de Ti.
¿Por qué no
vendré más, si sé yo
Que Tú eres
el modelo único y necesario
Que nada se
hace duro mirándote a Ti aquí?
El Sagrario
es la celda donde estás encerrado.
¡Qué pobre,
qué obediente, qué manso, qué callado,
¡Qué solo,
qué escondido... nadie se fija en Ti!
¿Por qué no
vendré más ? ¡Oh, Bondad infinita!
Riqueza
inestimable que nada necesita,
Y que te has
humillado a mendigar mi amor.
Ábreme ya
esa puerta, sea ésa ya mi vida,
Olvidado de
todos, de todos escondida,
¡Qué bien se
está contigo, qué bien se está, Señor!
Amén.
Publicado
por Vicente Huerta en 4:15
Etiquetas:
Alvaro del Portillo
FLAVIO
CAPUCCI, POSTULADOR DE LA CAUSA ,
GLOSA SU PERSONALIDAD.
"Álvaro
del Portillo fue fiel al espíritu de San Josemaría"
¿Quién y
cómo era Álvaro del Portillo?
Los rasgos
biográficos esenciales de don Álvaro, los que definen su personalidad, nos
vienen dados por la misión que Dios le confió y en la que gastó toda su vida:
desde 1939 -o sea, desde los 25 años- fue el colaborador más inmediato de san
Josemaría en el gobierno del Opus Dei; y desde 1975 fue su sucesor.
Con respecto
a cómo era, las respuestas pueden ser muchas, ya que tenía una personalidad muy
rica. Los que le han conocido de cerca, en sus testimonios escritos destacan
sobre todo los siguientes aspectos: en primer lugar, su humildad; luego, su
mansedumbre, su perenne actitud de serenidad, de paz interior; su visión
positiva de las personas y los acontecimientos; su capacidad de cariño, de
compresión, de ponerse a la altura de su interlocutor y hacerse cargo de sus
problemas; en una palabra: su paternidad espiritual. Todos destacan también su
ejemplar fidelidad a la persona y al espíritu de san Josemaría.
¿Cuál fue su
influencia en la 'nueva visión' del papel de los laicos en la Iglesia ?
Todavía no
se han hecho estudios específicos sobre su contribución a la formación de la
doctrina del Concilio Vaticano II; por lo tanto, me parece que todavía no
tenemos los elementos para contestar a esta pregunta. Las ideas de don Álvaro
sobre el laicado se encuentran en un libro 'Fieles y laicos en la Iglesia', que se publicó
en 1979 recogiendo ideas que había elaborado con anterioridad, en ensayos de
los años alrededor del Concilio. Son ideas, todas ellas, que don Álvaro había
sacado del mensaje de san Josemaría y de sus implicaciones teológicas
-eclesiológicas en particular-, destinadas a dar una vitalidad nueva a la vida
de la Iglesia. En
este marco se inscribe la doctrina sobre los laicos, como miembros activos del
pueblo de Dios, en primera fila, en la tarea de la santificación de las
realidades seculares, en el esfuerzo por configurar cristianamente la sociedad.
Última Misa de D. Álvaro del
Portillo
22.3.1994
Comentario:
viaje D. Álvaro Tierra Santa última Misa vista
presbiterio
Lugar: Israel, Jerusalén,
Cenáculo igl
Personas: D.Javier
ECHEVARRIA RODRIGUEZ,
D. Álvaro DEL PORTILLO,
D.Joaquín ALONSO PACHECO,
D.Lawrence RICHARDSON
¿Puede
contar algún recuerdo personal de monseñor Del Portillo?
El primero
es el 2 de febrero de 1978, el día en que don Álvaro me comunicó el deseo de
que me ocupara, como postulador, de la futura Causa de Canonización del
Fundador del Opus Dei. Recuerdo muy bien que insistió fundamentalmente en una
idea: en esa causa no buscábamos la gloria humana del Opus Dei, sino sólo y
exclusivamente el bien de la
Iglesia. Muchas almas, al conocer la figura y el mensaje de
san Josemaría con ocasión de la
Causa -me dijo- se acercarán a Dios, volverían a descubrir su
amor, su rostro amable de Padre, el poder de la oración. Había que trabajar -y
sería un trabajo largo- pensando en ellas. Luego me gusta recordar que, a lo largo
de los años que duró la causa, tuve múltiples ocasiones de estar con don
Álvaro, que seguía muy de cerca cada paso y, con su consejo, orientaba todo el
trabajo. No recuerdo ni una sola vez en que, al salir del cuarto de trabajo, no
me despidiese cariñosísimamente con un: "Dios te bendiga, hijo mío".
Lo que decía antes: era muy padre.
Fue el
primer Prelado de la
Prelatura Personal del Opus Dei, ¿qué significa en la
historia de la Iglesia ?
Fundamentalmente,
es un ejemplo de fidelidad para todos los pastores. Nosotros, cuando Álvaro del
Portillo sucedió al Fundador, no notamos ninguna interrupción, sino al revés,
una continuidad muy clara. Puede decirse que su programa fue precisamente la
continuidad, la fidelidad al espíritu que san Josemaría nos había dejado: no
hubo en su gobierno ninguna pretensión de originalidad, ningún intento de
"poner al día" el mensaje fundacional, de interpretarlo. Sin embargo,
la fidelidad es una virtud creativa: no entendía don Álvaro la continuidad como
aplicación mecánica, sino como esfuerzo dinámico. Los tiempos cambian, las
circunstancias sociales y culturales varían, pero el mensaje evangélico es
siempre perenne y vivo. Y tiene en sí mismo un dinamismo inagotable.
¿Cuáles
fueron sus relaciones con el Papa Juan Pablo II?
Al fallecer
don Álvaro del Portillo, el Santo Padre quiso ir a rezar ante su cuerpo, en la
iglesia prelaticia del Opus Dei. Cuando llegó el Papa, yo estaba hablando con
dos periodistas italianos, que me hicieron notar que era la primera vez que el
Papa salía del Vaticano para rezar ante el cuerpo de un amigo difunto y no
salieron de su asombro cuando el Papa, arrodillado ante el cadáver de don
Álvaro, se levantó y, en lugar de rezar un Réquiem, rezó en voz alta un Gloria.
Nadie pensó que se había tratado de un lapsus: a todos los presentes nos
pareció como una manifestación indirecta de la opinión que el Papa tenía de don
Álvaro...
San Josemaría con el Servo de Dios
D. Avaro del Portillo su primer sucesor
Confeccionado por Franja.
Mapa de Valdebebas para facilitar la asistencia
a la beatificación de D. Alvaro delPortllo
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