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miércoles, 11 de julio de 2012

Qué lata, Con Los Viejos!!


Estos aún están de buen ver!
¡Qué lata Con Los Viejos!
Una persona amiga me lo ha enviado ayer y ahora, ya meditado, lo pongo en el blog, para advertiros del despiste que podemos tener a causa de la vida que estamos llevando, tan llena de cosas-muchas veces inútiles- que nos hacen olvidar nuestras más elementales obligaciones, en especial con nuestros mayores.  Ahí va... 
Había una vez dos amigas que se encontraban tomando un café y una le comenta en tono de queja a la otra:
“Mi mamá me llama mucho por teléfono para pedirme que vaya a hablar con ella, o para pedirme que la lleve a tal lugar, o que vaya a comer a su casa. Yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su forma de ser y de pedirme las cosas. Ya sabes como son los viejos: cuentan las mismas cosas una y otra vez.
Además, nunca me faltan compromisos: que el trabajo, que mis hijos, que los amigos…”

—”Yo en cambio —le dijo su compañera— hablo mucho con mi mamá. Cada vez que estoy triste, voy con ella; cuando me siento sola, cuando tengo un problema y necesito fortaleza, acudo a ella y me siento mejor.”
“Caramba —se apenó la otra—, eres mejor que yo.”
“No lo creas, soy igual que tú, respondió la amiga con tristeza, visito a mi mamá en el cementerio.”
Los viejos no son una lata, ellos nos necesitan.
y nosotros saldremos ganando...porque,
¡Cuántas experiencias nos pueden transmitir!.
 
La primera cuestión que necesitan de nosotros es nuestro perdón.
Ningún padre es perfecto y sin duda alguna cometieron muchos errores y es por eso que necesitan ser perdonados. De nada sirve guardar resentimientos y amarguras. Si por alguna razón estamos resentidos con nuestros padres, hoy es el día perfecto para perdonarlos.


La segunda cuestión que necesitan es nuestra comprensión.
Debemos entender que ellos hicieron lo mejor que pudieron con el conocimiento y recursos que tenían. Ellos necesitan escuchar de nosotros que a pesar de todo sí hicieron cosas buenas al criarnos.
 

Ellos también necesitan de nuestro apoyo.
Cuando nuestros padres llegan a la tercera edad necesitan mucho de nuestro apoyo. Apoyémoslos con nuestro tiempo, con nuestra atención. Sin prisas ni apuros. Invitémoslos a nuestra casa a comer. De vez en cuando démosles dinero. Es muy frustrante necesitar dinero y no poder ganarlo intelectual o físicamente.



El escritor mexicano, Alejandro Orozco dijo: “Tus viejos necesitan poco, pero ese poco lo necesitan mucho”.
De manera que si aún tenemos a nuestros padres con vida ¿Por qué no los llamamos ahora mismo? ¿Por qué no los visitamos y les decimos cuánto los queremos? Pasemos tiempo hablando con ellos, invitémoslos a nuestra casa y disfrutemos de su compañía. Quizá los tuyos ya no pueden conducir y necesitan que los lleves al médico o al supermercado. Ayudémoslos. Involucrémonos más en sus vidas.
Hagámoslo, antes de que sea demasiado tarde y recordemos “Nuestros padres necesitan poco, pero ese poco lo necesitan mucho.”
-"Solo deseamos que advirtáis nuestra presencia
y  solo eso nos hará felices". 
Si os ha gustado...y porque tenéis amigos que lo pueden necesitar, recomiéndales que lo lean, porque pueden sacar sus conclusiones. 
Que Dios os bendiga en este día.
Franja.

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