Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
'CSI: JESÚS DE NAZARET'
TERRIBLE DOCUMENTO
El Papa, Juan Pablo II, lloró al admitir que
"no lo sabíamos, nadie nos lo había contado así".
Un forense describe de manera técnica la tortura y
pasión de Cristo
El forense cuenta lo que pudo experimentar Jesús desde u
n
triple enfoque: forense, criminológico y judicial.
LD/ AGENCIAS 2014-04-13
El forense José Cabrera ha descrito las lesiones sufridas por
Jesús de Nazaret desde el momento de su detención hasta su muerte en la cruz,
analizando la documentación de la época y las improntas de la Sábana Santa, y
ha recogido sus conclusiones en "CSI: Jesús de Nazaret. El crimen más
injusto".
Cabrera ha asegurado que ha elegido para su libro, publicado
por Neverland Ediciones, ese título llamativo "para que la gente se
acerque a descubrir la figura de Jesús" y conozca cómo fue su muerte desde
un triple enfoque: forense, criminológico y judicial.
Aun sin cuerpo se puede efectuar un "análisis forense
retrospectivo" basado en testimonios y documentación de la época, como
los Evangelios y otros textos apócrifos, que no falsos sino no ortodoxos, y que
fueron descartados en el Concilio de Nicea, y en las improntas de la Sábana
Santa, cuyo valor "nadie ha desmentido", según el forense.
La documentación histórica romana establece que desde la
detención hasta la muerte en la cruz de Jesús transcurrieron 24 horas, y que,
una vez crucificado,sobrevivió dos horas, cuando algunos crucificados
duraban incluso varios días, señal, según Cabrera, de la intensidad de las
torturas previas de las que fue objeto.
Las punciones en todo el cuero cabelludo señalan queno fue
una corona sino un casco tupido de espinaslo que llevó en la cabeza,
espinos que, según Cabrera, los legionarios romanos no tuvieron que buscar,
sino que tenían cerca porque eran los utilizados para prender el fuego, al
igual que en algunas zonas de España se utilizan sarmientos.
La nariz la tenía fracturada por un golpe y el hombro
derecho desollado por el peso del "patibulum" o palo corto
de la cruz, cuyo peso era de entre 40 y 50 kilos, ya que no transportó toda la
cruz -la parte grande permanecía clavada en el suelo, a la espera del
crucificado-. Los latigazos los recibió de un "flagelum" romano o
látigo que partía de un palo o asidero y cuyas colas terminaban en bolas de
plomo.
La ley prohibía golpear con este látigo en la cabeza o en
otros órganos vitales para provocar sufrimiento pero no la muerte, de modo que
Jesús, que recibió hasta 300 impactos de esas bolas de plomo -el
triple de lo permitido en la ley judía-, ya llevaba varias costillas
fracturadas en el momento de acarrear el "patibulum".
También se desolló ambas rodillas hasta la rótulapor
el efecto de las caídas y el peso del palo de la cruz. Los clavos le atravesaron
las muñecas pasando entre los huesos, mientras que para los pies, superpuestos,
se empleó un solo clavo que entró por los empeines, donde el pie es más ancho.
Según Cabrera, habitualmente se ataba a los crucificados y los clavos, por ser
muy caros, se reservaban para "ocasiones especiales".
El centurión de la guarnición romana, antes de abandonar el
lugar del sacrificio, tenía la misión de asegurarse de que el crucificado
estaba muerto para garantizar que nadie lo descolgaba con vida, por lo que en
el caso de Jesús le atravesó el corazón clavando la lanza de
abajo a arriba y de derecha a izquierda. Y de la herida, según las Sagradas
Escrituras, brotó agua y sangre -el agua era el suero que rodea el corazóncuando
la agonía se prolonga durante horas, según Cabrera-.
El forense efectúa igualmente un análisis
criminológico de los elementos que acompañaron las torturas y otro
judicial de los "saltos" que se dieron en el proceso entre
las dos leyes vigentes en Palestina, la romana y la judía, con la idea de perjudicar
al reo. "Pilatos, al final, no tuvo ningún elemento objetivo para condenar
a Jesús, y lo condena por razones políticas", ha concluido.
Cabrera ha recordado que fue al papa Pío XII en el siglo XX al
primero al que un cirujano, Pierre Barbet, le describió estas lesiones y los
sufrimientos que conllevan desde el punto de vista científico, y ha asegurado
que el Papa lloró al admitir que "no lo sabíamos, nadie nos lo había
contado así".
http://www.libertaddigital.com/ciencia-tecnologia/ciencia/2014-04-13/un-forense-describe-de-manera-tecnica-la-tortura-y-pasion-de-cristo-1276515802/
http://www.libertaddigital.com/ciencia-tecnologia/ciencia/2014-04-13/un-forense-describe-de-manera-tecnica-la-tortura-y-pasion-de-cristo-1276515802/
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