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domingo, 20 de abril de 2014

Resurrección de Jesús. Domingo primero de Pascua

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona

Resurrección de Jesús.
Domingo primero de Pascua
20/4/2014
A todos los visitantes del Blog

¡FELICES  PASCUAS!

Resurrección de Jesucristo.

¡Resucitó el Señor, Aleluya!

Eran necesarias todas estas precauciones, para hacer innegable de todo punto el milagro de la resurrección del Salvador; y en verdad que jamás se han visto mejor secundados por la malicia humana los altos juicios de Dios.
En la madrugada del primer día de la semana, resucito Jesucristo por su propia virtud y poder, sin tocar la piedra que cerraba la entrada del sepulcro. En aquel instante se sintió un gran terremoto; un ángel, bajado del cielo, removió la piedra y se sentó en ella; su rostro resplandecía como el relámpago, y sus vestidos eran blancos como la nieve. Al verlo, quedaron los centinelas aterrados, y como muertos; luego cuando volvieron en si, huyeron despavoridos y fueron a contar a los príncipes de los sacerdotes lo que acababa de suceder.
Confabulados estos con los ancianos, entregaron a los soldados una buena cantidad de dinero, encargándoles dijesen”que los discípulos habían ido por la noche y se habían llevado el cuerpo de su Maestro, mientras ellos estaban durmiendo”.

Aparición de Jesús a las santas mujeres.

Acababan de retirarse los guardias, cuando Maria Magdalena y otras santas mujeres fueron al sepulcro, provistas de aromas y perfumes, con objeto de embalsamar el cuerpo de Jesus.
En el camino se decían con ansiedad y zozobra: "¿Quién nos quitará la piedra que cierra la entrada al sepulcro?” porque aquella piedra era muy grande, mas, cuando llegaron, vieron que estaba ya apartada. Entraron presurosas en el sepulcro, y se quedaron consternadas al ver que ya no estaba allí el cuerpo del Señor. En esto se les aparecieron dos ángeles, que les dijeron: ”¿Para que andáis buscando entre los muertos al que esta vivo? Jesús no está aquí, ha resucitado como lo tenía dicho. Daos prisa a comunicarlo a sus discípulos.” Salieron precipitadamente del sepulcro, poseídas por una parte de temor, y por otra de gozo. Cuando iban caminando hacia la ciudad, se les apareció Jesús, y ellas se echaron a sus pies y lo adoraron. “No temáis, les dijo el Señor, Id a decid a mis discípulos que vayan a Galilea y que allí me verán.” Fueron las santas mujeres a contar a los apóstoles lo que habían visto y oído; pero estos no le dieron crédito, y tomaron por ilusiones lo que ellas contaban.

Jesús se aparece a dos discípulos de Emaus.

Aquel mismo día, iban dos discípulos al lugar de Emaus, y cuando por el camino discurrían de lo que acababa de suceder, se les incorporó Jesus sin darse a conocer.
Les preguntó el motivo de su tristeza, que rebelaban en sus semblantes, y ellos le contaron cómo Jesus Nazareno, su buen Maestro, había sido condenado a muerte. “Nosotros, añadieron, esperábamos que el liberaría al pueblo de Israel, y sin embargo han pasado ya tres días desde que sucedieron estas cosas. Cierto es que ha cundido entre nosotros la noticia de su resurrección, pero no sabemos a punto fijo si ese rumor es cierto.”o es cosa de mujeres, que dícen que le vieron...
Tomando entonces la palabra el Señor, los censuro por su poca fe, y les declaró el sentido de algunos pasajes de la Escritura. Cuando llegaron a la entrada del lugar citado, Jesús iba a continuar su camino, pero ellos le obligaron con instancias a quedarse en su compañía. "Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída"
Al tiempo de cenar, tomó Jesús el pan, lo bendijo, partió y distribuyó. En el acto se abrieron los ojos de los discípulos, y lo reconocieron; pero el Señor desapareció de su vista, dejándolos íntimamente persuadidos de que había resucitado.

Jesús se apareció primero a Pedro

Institución del Sacramento de la Penitencia.


En la tarde de aquel mismo dia, estando los apóstoles en la mesa, apareció Jesus en medio de ellos, a pesar de que las puertas estaban cerradas, y les dijo:"La paz sea con vosotros"Los apóstoles se asustaron, creyendo que era un fantasma, y el Señor continuo. "¿Por qué os asustáis? Yo mismo soy; mirad mis manos, y ved mis pies.” Como a pesar de ello, los apóstoles no se reponían de su asombro y sorpresa, les pregunto el Señor si tenían algo que comer. Presentáronle un trozo de pez asado y un panal de miel. Jesus comió de uno y de otros y distribuyo el restante.
Dijoles de nuevo:”La paz sea con vosotros”, y luego añadió:”Asi como mi Padre me a enviado a mi, yo os envió”. Y después de esto. sopló sobre ellos, diciéndoles:”Recibid el Espiritu Santo. Perdonados serán los pecados a aquellos a quienes se los perdonareis, y serán retenidos a aquellos a quienes se los retuviereis”.
Así es como Nuestro Señor confirió a los Apostoles, y en ellos a todos los sucesores, los sacerdotes legítimamente ordenados, la facultad de absolver o retener los pecados.

Duda y confesión de Santo Tomas.

Segunda aparición a los apostoles.
 Cuando se verificó la aparición anterior, no se hallaba Tomas con los otros apostoles, y a pesar de que estos le aseguraron que el Señor había resucitado, no lo quiso creer. “Si no meto mi dedo, les decía, en los agujeros de sus llagas y mi mano en su costado, no lo creeré.”
Ocho días después se presentó Jesus por segunda vez en medio de sus discípulos reunidos, y después de decirles:”La paz sea con vosotros”, sé dirigió a Tomas con estas palabras:”Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; mete tu mano en mi costado, y no quieras ser incrédulo, sino creyente”“Señor, mio y Dios mio” exclamo el apostol, sobrecogido de admiración y respeto.  ¿Porque has visto, Tomas, le replico Jesús, has creído?.  ¡Bienaventurados aquellos que crean sin haberme visto.!”

Resucito como había dicho.
 ¡Aleluya!
(Secuencia de la Misa de Pascua de Resurrección).

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza,
a gloria de la víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva;
a Dios y a los culpables
unió con Nueva Alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla, y,
muerto el que es la vida,
triunfante se levanta.

"¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?"
"A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua".

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en Tí no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Amén, Aleluya.
*
Con todo mi afecto,
Franja
Y antes de terminar, es necesario incluir el último informe de los soldados que hicieron guardia ante la tumba de Jesús muerto.
Informe final
Así hablamos al Gobernador de los hechos acaecidos 



Lo vimos todos de madrugada, en el momento mismo en que salía el sol. No hubo señales en el cielo, ni truenos ni relámpagos. La luna no se tiñó de sangre. Al contrario: la luz del alba la hizo palidecer antes de esfumarse en las alturas. Las estrellas ya habían desaparecido. Sólo brillaba el lucero del alba… Pero había muchas flores nuevas. Y pájaros, señor; una multitud increíble de jilgueros, pinzones, pardillos…, ya sabes, como todas las primaveras. Pero además estaba Jesús.

No, procurador. Digo que “estaba” realmente junto a mí, no que me pareció verlo entre las nieblas del sueño. El Galileo había atravesado la gran roca que cerraba el sepulcro como si ésta fuera una nube. ¿Un fantasma? Ni pensarlo. Sus manos y sus pies aún tenían las heridas abiertas, pero no sangraban. Le miré a los ojos con terror y él me devolvió una mirada de afecto.

Compréndelo, señor; teníamos que comprobar que lo que vimos era real. Por eso quitamos la piedra del sepulcro y entramos. Allí estaban la sábana, las vendas, el sudario… Cada cosa en su sitio. Quiero decir que no se las había quitado como se arranca un vestido: las había atravesado sin tocarlas, igual que la gran puerta de piedra.

¿Qué otra cosa podíamos hacer? 

Hemos venido corriendo para contar la verdad. Por supuesto, firmaremos el informe que se nos presente. Mis compañeros me han pedido además que te dé las gracias por enviarlos de vuelta a Roma. Tienes un gran corazón. Yo sin embargo solicito permiso para permanecer en la guarnición de Jerusalén. Necesito saber…

No, procurador. Mis labios están sellados. No diré nada que ponga en peligro… Una tumba…

De acuerdo; no volveré a pronunciar la palabra “tumba”. Ni siquiera sé lo que es eso.
Publicado por Enrique Monasterio

Y podéis ver este vídeo de la Resurrección. 
El lenguaje español de Hispanoamérica
en muy dulce.  
Si te ha gustado....¡Pásalo a tus amigos!
No lo dudes. Le hará mucho bien para su alma. 
Franja.

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