Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Día 6 de
junio
CORAZÓN DE JESÚS HORNO ARDIENTE DE CARIDAD:
TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS
Meditación del Papa Juan Pablo II
sobre las
Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus,
23 de junio de 1985
¡Queridos
Hermanos y Hermanas!
HORNO ARDIENTE DE CARIDAD
Día 6 de
junio
CORAZÓN DE JESÚS HORNO ARDIENTE DE CARIDAD:
TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS
Meditación del Papa Juan Pablo II
sobre las
Letanías del Sagrado Corazón
Ángelus,
23 de junio de 1985
¡Queridos
Hermanos y Hermanas!
Durante
la oración del Ángelus deseamos dirigir, juntamente con la Madre de Dios,
nuestros corazones hacia el Corazón de su Hijo Divino. Nos hablan profundamente
las invocaciones de estas espléndidas letanías, que rezamos o cantamos sobre
todo en el mes de junio. Que la Madre nos ayude a entender mejor los misterios
del Corazón de su Hijo.
2.
"Horno Ardiente de caridad". El horno arde. Al arder, quema todo lo
material, sea leña u otra sustancia fácilmente combustible. El Corazón de
Jesús, el Corazón humano de Jesús, quema con el amor que lo colma. Y este es el
amor al Eterno Padre y el amor a los hombres; a las hijas y los hijos
adoptivos. El horno, quemando, poco a poco se apaga. El Corazón de Jesús, en
cambio, es horno inextinguible. En esto se parece a la "zarza
ardiente" del libro del Éxodo, en la que Dios se reveló a Moisés. Era una
zarza que ardía con el fuego, pero... "no se consumía" (Ex 3,2).
El amor
que arde en el Corazón de Jesús es sobre todo el Espíritu Santo, en el que
Dios-Hijo se une eternamente al Padre. El Corazón de Jesús, el Corazón humano
del Dios-Hombre, está abrazado por la "llama viva" del Amor
Trinitario, que jamás se extingue.
Sagrado
Corazón de Jesús - ten misericordia de nosotros
"He
aquí el Corazón que tanto amó/a..."
3.
Corazón de Jesús, Horno Ardiente de Caridad. El horno, mientras arde, ilumina
las tinieblas de la noche y calienta los cuerpos de los viandantes ateridos.
Hoy queremos rogar a la Madre del Verbo Eterno, para que en el horizonte de la
vida de cada uno de nosotros no cese nunca de arder el Corazón de Jesús,
"Horno Ardiente de caridad." Para que Él nos revele el Amor que no se
extingue ni se deteriora jamás, el Amor que es eterno. Para que ilumine las
tinieblas de la noche terrena y caliente los corazones.
4.
Dándole las gracias por el único amor capaz de transformar el mundo y la vida
humana, nos dirigimos con la Virgen Inmaculada, en el momento de la
Anunciación, al Corazón Divino que no cesa de ser "Horno Ardiente de
Caridad". Ardiente: como la "zarza" que Moisés vio al pie del
monte Horeb.
S. Juan Pablo II
Ruega por nosotros
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