Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona
Jesús y la Samaritana
Día 19
CORAZÓN DE JESÚS
FUENTE DE VIDA Y DE SANTIDAD,
TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS.
Meditación del Papa San Juan Pablo II
sobre las Letanías del Sagrado Corazón
1.¡Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad!
Fuente.
Recordemos cuando Jesús se acercó a la pequeña ciudad de Samaria, llamada Sicar, donde se encontraba una fuente que se remontaba a los tiempos del Patriarca Jacob.
En aquel lugar encontró a una sarnaritana, que se acercaba para sacar agua de la fuente. El le dice: "Dame de beber". La mujer responde: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, mujer sumaritana?".
Entonces Jesús replicó: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías a El, y El te daría a ti agua viva".
Y continuó: "El agua que yo te dé se hará en ti fuente que salte hasta la vida eterna" (cf. Jn 4,5-14).
¡Fuente! ¡Fuente de vida y de santidad!
2.En otra ocasión, en el último día de la fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén, Jesús - -como escribe también el Evangelista Juan - "gritó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mí, según dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su seno".
El Evangelista añade: Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en EL" (Jn 7,37-39).
3.Todos deseamos acercamos a esta fuente de agua viva. Todos deseamos beber del Corazón divino, que es fuente de vida y de santidad.
En El nos ha sido dado el Espiritu Santo, que se da constantemente a todos aquellos que con adoración y amor se acercan a Cristo, a su Corazón.
Acercarse a la fuente quiere decir alcanzar el principia No hay en el mundo creado otro lugar del cual pueda brotar la santidad para la vida humaní4 fuera de este Corazón, que ha amado tanto. "Ríos de agua viva" han manado de tantos corazones... y ¡manan todavía! De ello dan testimonio los Santos de todos los tiempos.
4.Te pedimos, Madre de Cristo, que seas nuestra Guía al Corazón de tu Hijo. Te pedimos que nos acerques a El y nos enseñes a vivir en intimidad con este Corazón, que es fuente de vida y de santidad.
El le dice: "Dame de beber". La mujer responde: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, mujer sumaritana?".
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