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miércoles, 17 de octubre de 2012

La Cuerda. Córtala

Blog Católico de Santa María de Baiona
nº716
La Cuerda
¿CUÁL ES TU CUERDA?
Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inició su travesía, después de años de preparación, pero quería la gloria para el solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima.
Obscureció, la noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada.
Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas eran cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.
Seguía cayendo... y en esos angustiosos momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos...
¡SI!, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.
En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más que gritar:
 
-"AYÚDAME, DIOS MIO..."
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
-"¿QUE QUIERES QUE HAGA HIJO MIO?"
-"Sálvame Dios mío"
-"¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?"
-"Por supuesto, Señor"
-"ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..."
Hubo un momento de silencio y quietud.  El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda...
A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO!!!...

-¿Y tú? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda? ¿Por qué no la sueltas?

 Última reflexión 
-Cuántas veces acudimos al Señor y le pedimos cosas, pero si la solución, que Él nos da no va en nuestra dirección, perdemos la confianza en Él y pensamos que no somos escuchados…

Pues yo te digo:
- Cuando pidas algo al Señor, tienes que estar siempre dispuesto a cortar la cuerda. Si no es así, no le pidas, porque siempre te parecerá que el Señor no te escucha.

-¡Corta la cuerda, hermano/a!!! 
Te dirá el Señor.
Franja

4 comentarios:

Ana Lloréns dijo...

Dejarnos en sus manos... con la Fe puesta en El.... que dificil nos resulta la mayoría de las veces... pero al final comprendemos que el siempre nos tiene reservado lo mejor...
Al ver su publicación, tan montañera, no pude dejar de acordarme de varios amigos... Javi, Senén, Santi, Melón.., con los que pasé gratos momentos de montaña, y que perdieron la vida en ella.
Un abrazo... y gracias por sus reflexiones

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado dijo...

Casi siempre adivino de quién es el comentario antes de que llegue por el acuse de correo. Muchas gracias.
Me alegra el que le guste a muchos.Siempre pongo cosas pensando que pueden ayudar. Franja.

Anónimo dijo...

Gracias es hermosísimo y que gran verdad que nos ayuda espabilar y sentirnos más seguros. Me ha gustado mucho. Que buenos consejos para despertar. Que buenos consejos para poner en práctica ya.

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado dijo...

Y en este otro comentario digo lo mismo, Brasa. Hay unos lectores que me ven con muy buenos ojos y al menos me dicen cosas para que me anime. Que conste: estoy convencido de que se hace mucho bien por estos caminos. Por eso ánimo y continúa con tus cosas hermosas en el tuyo.
Franja

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