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lunes, 8 de abril de 2013

EL COLLAR DE PERLAS

Santa Maria de Baiona diócesis tuy- vigo blogspot.com
UN COLLAR DE PERLAS
Teresa era una linda niña de cinco años de ojos relucientes. Un día mientras ella con su mamá visitaban una tienda,
  Teresa vio un collar de perlas de plástico que costaba $2.50  ¡Cuánto deseó poseerlo! Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo:
- Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar. Y no te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale un dólar, ¿está bien?.
 Teresa estuvo de acuerdo y su mamá compró el collar de perlas.  Teresa trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas, tal como su mamá le mencionara, su abuelita le regaló un dólar para su cumpleaños.
En poco tiempo Teresa canceló su deuda. Teresa  amaba sus perlas, las llevaba puestas a todas partes. El único momento que no las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua le pintarían el cuello de verde.
Teresa tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando Teresa iba a su cama, él se levantaba de su sillón para leerle su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo:
-"¿ Teresa tú me quieres? 
-"¡Oh sí, papá, tú sabes que  te quiero!". 
-Entonces, regálame tus perlas" le dijo el papá.
-¡Oh, papá! ¡No mis perlas!" Dijo Teresa, "Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita. ¿La recuerdas? Tú me la regalaste el año pasado por mi cumpleaños y te doy su ajuar también, ¿está bien papá? 
-"No hijita, no importa".
Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el cuento:´
 -" -,Teresa, tú me quieres?", 
-"¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!
 -"Regálame tus perlas", volvió a decirle.
-"Oh, papá! ¡No mis perlas!, Pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas. Tú puedes tenerlo si quieres papá".
-“No hijita", le dijo su papá dándole un beso en la mejilla, "Dios te bendiga, felices sueños".  
Algunos días después, cuando el papá de Teresa entró a su dormitorio para leerle un cuento, Teresa estaba sentada en su cama y le temblaban los  labios,
 -"Toma papá" dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su querido collar, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomó las perlas de plástico y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul.
Dentro de la cajita había unas hermosas Perlas Genuinas. Él las había tenido todo este tiempo, esperando que Teresa renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.
Y así es también con nuestro Padre Celestial. Él está esperando que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras vidas para darnos preciosos tesoros.
Esto me hace pensar las cosas a las cuales me aferro y me pregunto: 
-¿Qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar?
Piensa en aquellas cosas que te puedan apartar de Dios y si estás dispuesto/a a dejarlas por lo que Dios te ofrece de más valor.
Puedes ver más en el enlace:

2 comentarios:

Ana Lloréns dijo...

Precioso relato. Gracias

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado dijo...

Los amigos incondicionales siempre aparecen en el momento preciso. Me alegro de que te gustara. A mi me ha gustado y por eso lo he puesto pensando en alguna en particular y en alguno. porque todos tenemos que dejar algo por otras cosas que nos da el Señor y que valen la pena. Franja

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