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viernes, 16 de noviembre de 2012

LA HUMILDAD

Blog Católico de Santa María de Baiona, 
nº. 758
  Los pecados capitales son lo más contrario a la Humildad
LA HUMILDAD

¿Has pensado alguna vez en la importancia de la virtud de la humildad y en lo difícil que es vivirla?

Uno de los principales caminos de la santidad está en el camino de la humildad. Hay que transitarlo, si quieres ser santo.

Franja

 Ocho pasos para ser más Humilde

Aunque a la mayoría no nos importaría llegar a ser un poco más humildes, ¡ay cómo detestamos pasar por la escuela de la humildad! Nos duele tragarnos el orgullo, Pero se trata de un dolor que nos hace bien, siempre y cuando tengamos una buena actitud y dejemos que produzca en nosotros el efecto deseado.

Conviene recordar el refrán: «No hay rosa sin espinas».

-1. PROCURA DESCUBRIR LO MEJOR DE CADA UNO.
Todo ser humano ha tenido experiencias que tú no has tenido, y en esos aspectos te aventaja.  Einstein, reputado como uno de los grandes cerebros de la humanidad, dijo: «Nunca he conocido a una persona tan ignorante que no tuviera algo que enseñarme».

-2. ELOGIA SINCERAMENTE A LOS DEMÁS.
¿Cómo vas a desdeñar a una persona a la que le estás diciendo lo que admiras de ella? Cuanto más menciones las buenas cualidades de quienes te rodean, más virtudes descubrirás en ellos, y será más difícil que caigas en la trampa del egocentrismo.

-3. NO TE DEMORES EN ADMITIR TUS ERRORES.
Dicen que la frase más difícil de pronunciar en cualquier idioma es: «Me equivoqué». Quienes se rehúsan a hacerlo por orgullo suelen volver a caer en los mismos errores y además terminan marginándose de los demás.

-4. SÉ EL PRIMERO EN DISCULPARSE DESPUÉS DE UNA DISCUSIÓN.
Si la frase más difícil de pronunciar es: «Me equivoqué», la siguiente más difícil debe de ser: «Perdóname». Ese simple vocablo mata el orgullo y pone fin al altercado: dos pajarracos muertos de un solo tiro.

-5. ADMITE TUS LIMITACIONES Y NECESIDADES.
Es parte de la naturaleza humana querer dar la impresión de ser fuerte y auto suficiente; eso normalmente no hace más que dificultar las cosas. Si manifiestas humildad pidiendo ayuda a los demás y aceptándola, sales ganando.

-6. SIRVE A LOS DEMÁS.
Ofrécete a ayudar a los ancianos, los enfermos y los niños, o a prestar algún otro servicio comunitario. Saldrás beneficiado, pues aparte de adquirir humildad, te ganarás la gratitud y el cariño de muchas personas.

-7. APRENDE ALGO NUEVO: UNA NUEVA TÉCNICA,  IDIOMA, DEPORTE O HOBBY.
Empezar algo de cero resulta casi siempre embarazoso, pero las recompensas son múltiples: de una experiencia así sales más humilde, y además tu ejemplo anima a los demás y, contrariamente a lo que te dice tu orgullo, te granjea su admiración y respeto.

-8. RECONÓCELE A DIOS EL MÉRITO DE TODA CUALIDAD QUE
TENGAS Y DE TODO LO BUENO QUE TE AYUDE A HACER.
«No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que haya de alabarse: en entenderme y conocerme, que Yo soy el Señor.»   (Jeremías 9:23,24).


Todo lo dicho parece indicarnos que una forma de lograr desarrollar la humildad es como sigue:  

Ejemplos de humildad

-Aprender a aceptar las capacidades de los demás.

-Reconocer la propia realidad, sin caer en la arrogancia.

-Ser sencillos, sinceros y veraces.

-Pedir ayuda cuando la necesitamos y reconocemos que no somos autosuficientes.

-Escuchar a los demás y dejamos de hablar de nosotros mismos.

Así pues, un decálogo de la humildad puede expresarse así:

La oración humilde lleva a Dios

-Elimina la soberbia, cultiva el espíritu positivo hacia los demás.

-No permitir que tus actitudes o palabras ofendan a otros.

-Estar en armonía es el mejor regalo; sonríe y mira a todos con cariño.

-Cuida tu lenguaje.  No hables para criticar, ni siquiera con el fin de agradar.

-Haz de la humildad una clave de tu vida y el resultado será una buena autoestima.

-Reconoce la realidad y esfuérzate por ser mejor.

-Elige a tus amistades por tus afinidades.

Resalta los aspectos positivos en los demás, minimiza sus debilidades.

-No te sientas superior a nadie.

-Aprecia otras virtudes para fortalecer la humildad: la modestia, la sobriedad, la mesura, etc.

Juan Pablo II día de Jueves Santo

-Mostrar gratitud a las personas que nos dedican su tiempo y esfuerzo.

-Ser transparente unos con otros, reconociendo y apreciando a quien nos ayuda sin decirlo.

-Aprender a sostenerme firme solo.

Todos estos consejos para ser humildes debes tenerlos en cuenta. No importa que los demás no lo vean.  Esa puede ser una señal. A un santo le escuché el siguiente verso libre:
Baja, si quieres subir,
Pierde, si quieres ganar, 
Sufre, si quieres gozar,
Muere, si quieres vivir.
Franja

Flores para la humildad

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy seguro de tu lealtad hacía los amigos y también del interés desinteteresado que tienes hacía ellos; siendo así, al menos para mi en formación espiritual, siempre serás un valor en alza. Te necesitamos con un punto de egoísmo, por ser el vehículo idóneo para llegar al Paraíso y poder ver al Padre. Te puedo asegurar, con todas mis faltas, que son muchas, que sería el mejor regalo que me podían hacer desde el momento mismo de mí nacimiento. Que lo consiga o no, es cosa mía. Ya lo dijo Él, os quiero libres pero guardando mis enseñanzas. Gracias y un fuerte abrazo.

Blog Católico de Javier Olivares, jubilado dijo...

Te aseguro, hermano, que si ponemos todo lo que podemos por nuestra parte, Dios no nos niega la gracia. Lo dicen los santos. Así que ánimo!, que vas por buen camino. Y ya sabes que contáis con mis oraciones.
Un abrazo. Franja

Anónimo dijo...

Que feliz seria el mundo si todos cumpliéramos al menos con la mitad. Pero es triste ver como el ser humano se golpea, se hiere, se castiga por su propia ira. que Dios nos ayude a mantenernos fuertes para tratar de cambiar el mundo.

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