Santa Maria de Baiona diócesis tuy- vigo blogspot.com
Una fábula que me parece siempre actual y en estos tiempos muy oportuna. Litigan unos con otros y la ostra se la come el más avispado de los intermediarios. ¿Quién se queda con las conchas o con la paja?
Que se lo digan a aquel abogado gallego, que le daba la razón a las dos partes en una consulta por el litigio sobre una vaca. La señora del abogado escuchó las sendas consultas de los interesados y le dijo a su marido: ¿Cómo puedes decirle a los que han venido a consultarte sobre la vaca, que la vaca es suya? Y el abogado le contestó: No te preocupes, María. La vaca es nuestra!!! (A vaquiña e nosa!!!)
Ahí tienes la lección de la ostra y de los litigantes.
La ostra y los litigantes
Un día encontraron dos peregrinos en la arena de la playa una ostra que acababan de traer las olas; devorábanla con los ojos, señaláronsela con el dedo; pero al tratar con los dientes, tuvieron que disputársela. Bajábase ya el uno para cogerla, cuando el otro le dio un empello, diciendo: “Vamos a ver a quién le corresponde. El primero que la haya visto, ese la engullirá; el otro, le mirará. – Si eso vale, contestó el camarada, yo tengo muy buena vista, gracias a Dios.- No es mala tampoco la mía, replicó el primero, y os digo que he divisado la ostra antes que vos.-Pues bien: si la habéis divisado, yo la he olido ”
Estaban es estos dimes y diretes, cuando llego Don picapleitos, y le tomaron por juez. Son picapleitos abrió gravemente la ostra y se la tragó, a las babas de los litigantes. Y después de haberla saboreado, dijo con tono de presidente de sala: “Tomad; el tribunal os adjudica a cada uno de vosotros una de las conchas; marchad en paz”
Considerad lo que cuestan hoy los litigios; calculad lo que les queda en limpio a las partes; veréis cómo Don picapleitos se queda con todo el grano y no deja a los litigantes más que la paja.
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