Este vídeo os va a gustar mucho.
Franja
¿QUO VADIS, PETRUS? ¿PEDRO, DONDE VAS?
El P. Javier Leoz de Pamplona hizo este texto:
Las de Santa Clara lo confeccionaron.
en power point
QUO VADIS, PETRUS. PEDRO, ¿dónde vas? en power point Share Sobre el autor Francisco Javier Leoz Ventura Francisco Javier Leoz Ventura es sacerdote diocesano de Pamplona y Tudela. Es en la actualidad párroco en Peralta.
Es también delegado episcopal de Religiosidad Popular, escritor y predicador...
santa clara:
QUO VADIS, PETRUS? (¿PEDRO, DÓNDE VAS?)
Voy a estar con Aquel que me sigue aguardando
y, estando con Él, sentir que me sigue amando.
Voy a gustar lo que, el ruido y la responsabilidad,
no me ha permitido disfrutar totalmente.
… Voy a rezar por todos y cada uno de vosotros
pues, sé muy bien, que en el silencio y en la soledad
os tendré a todos, sin yo saberlo,
con nombre y apellidos
delante de un DIOS que, sin abrir yo mis labios,
sabrá de antemano por el amor que le profeso
lo que le llevo en mi corazón guardado.
Voy a estar con el que, desde hace muchos años,
sé que me quiere tal y cómo soy.
Voy a descubrir, ahora con más fuerza,
lo que, de mi puño y letra,
brotó en horas de contemplación,
reflexión, estudio y pensamiento:
Él es mi DIOS y a Él le adoraré hasta mis últimos días
Él es mi SEÑOR y he intentado guiar su barca
Él es mi ESPÍRITU y, conoce muy bien,
que esta hora estaba marcada certeramente
y con exactitud en su reloj divino.
NOTA DEL OBISPO DE TUI-VIGO
ANTE LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI
En el día que la Iglesia celebra la festividad de Nuestra Señora de Lourdes, se ha hecho
pública una noticia que nos ha cogido de sorpresa a todo el mundo: El anuncio de Benedicto XVI de que renunciará a su ministerio a las 8 de la tarde del próximo 28 de febrero.
Como Obispo de la diócesis de Tui-Vigo, quiero unirme a todos los fieles de la comunidad
diocesana para compartir nuestros sentimientos ante este hecho tan inesperado. Ante todo, debemos valorar la valentía y humildad de esta decisión que el Obispo de Roma, Benedicto XVI, ha anunciado hoy y que define su personalidad dedicada por completo al servicio de la Iglesia desde la responsabilidad de Pastor Universal del pueblo de Dios. Hace algún tiempo, Benedicto XVI había declarado: “Cuando un Papa alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene el derecho y en algunas circunstancias también el deber de dimitir”. Esas circunstancias han llegado. “En el mundo de hoy –añade el Papa en el anuncio de su dimisión-, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe..., es necesario el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”. Esta decisión, cuya explicación sólo puede encontrarse en una profunda lucidez y fidelísima responsabilidad, manifiesta hasta qué punto Benedicto XVI asumió su condición de “trabajador en la viña del Señor”, como él mismo se definió al principio de su pontificado, y la ha vivido sin descanso, con llamativa serenidad y luminosa inteligencia.
Su máxima “servir al Señor”, “servir a la Iglesia”, se ha reflejado en un amplísimo y profundo magisterio que, como reza su lema “cooperatores veritatis”, es una singular contribución para esclarecer la relación entre fe y razón, para ahondar en la comprensión del misterio de la Iglesia y del hombre, y para dar un impulso decisivo a la recepción eclesial del Concilio Vaticano II.
Solo nos queda dar gracias a Dios por el fecundo Pontificado de Benedicto XVI y por el testimonio ejemplar de su vida en tantos servicios prestados a la Iglesia, al tiempo que pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine para afrontar las nuevas etapas que se avecinan en la historia de la Iglesia.
+ Luis Quinteiro FiúzaObispo de Tui-Vigo
Monseñor Barrio invita a los
diocesanos a participar en la
Eucaristía de Acción de Gracias por el pontificado de
Benedicto XVI
¡Muchas gracias, Santidad!
Queridos Diocesanos: A todos nos ha
sorprendido por una parte y admirado por otra, la decisión del Papa Benedicto
XVI de renunciar al ministerio pastoral como Sucesor de Pedro el día 28 de este
mes, reconociendo en este gesto su grandeza y humildad. En estos casi ocho años
de su Pontificado son sin duda muchos los aspectos que podemos resaltar al
servicio de la Iglesia
universal y de la sociedad. Su cercanía serena, su calidez humana, su finura
espiritual, su profundidad intelectual, y su generosa disponibilidad pastoral
son los hilos con los que ha ido tejiendo el tapiz de su ministerio en la sede
de Pedro.
En
su solicitud por todas las Iglesias tuvo con esta Iglesia compostelana un gesto
especial. Todos recordamos aquel 6 de noviembre del 2010, Año Santo
Compostelano, en que vino a nosotros como Peregrino de la Fe y Testigo de Cristo
resucitado, dejándonos un elocuente testimonio con la luz de su palabra y con
la bondad de su caridad pastoral, que nos ayudó a redescubrir los valores
espirituales y religiosos de nuestra peregrinación hacia Dios, y fortaleció
nuestra esperanza en el compromiso cristiano.
El
Papa Benedicto XVI ha sabido mirar lejos, ver en profundidad y dar la cara a
los problemas desde la fe en medio del espesor cultural y religioso en este
momento de nuestra historia. A la hora de pastorear la Iglesia , iluminado por la
verdad de Cristo, y llevado por la fuerza del Espíritu, ha confesado la fe con
alegría, sencillez y coherencia. Dirá él al recordar su abrazo al Apóstol
Santiago, que este gesto es un signo de adhesión a la palabra y a la
participación en la misión del Amigo del Señor. Una misión que conlleva la
fidelidad al Evangelio que nos transmitieron los Apóstoles, y el compromiso de
anunciarlo con la palabra y el testimonio de la vida.
Me
alegraría, queridos diocesanos, contar con vosotros en la Eucaristía que
celebraremos, el día 23 de este mes a las 12 de mañana en la Catedral , para darle
gracias a Dios por el Papa Benedicto XVI, y expresarle también a él de esta
forma nuestra gratitud por su dedicación incondicional y servicio a la Iglesia , pidiendo que el
Señor le siga bendiciendo en esta nueva etapa de su vida. Unámonos también en
la oración con los señores Cardenales que han de elegir al nuevo Vicario de
Cristo y por el que haya de ser elegido para que Dios le conceda en gracia
aquello que le pide como misión.
Os
saluda con todo afecto y bendice en el Señor,
+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.
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